La marea negra destruyó cerca de 40 kilómetros de pantanos en las costas de Luisiana (sur), informó Billy Nungesser, presidente del condado de Plaquemines, el más afectado por el petróleo que se derrama en el Golfo de México desde el 22 de abril pasado.

El petróleo llegó a la zona el miércoles y desde esa fecha, “38 kilómetros del condado de Plaquemines fueron destruidos. Todo ha muerto”, dijo Nungesser al canal MSNBC.

“No hay más vida en este pantano. No se podrá limpiar”, agregó.

Según expertos, los pantanos de Luisiana, santuario de un ecosistema frágil, corren el riesgo de ser destruidos durante décadas por los efectos de la marea negra.