El papa Benedicto XVI recibió este viernes en el Vaticano a los cinco obispos que efectuaron una inspección a la controvertida congregación mexicana Legionarios de Cristo, cuyo fundador, el fallecido padre Marcial Maciel, abusó por décadas de seminaristas jóvenes.
El encuentro con el Papa no había sido anunciado y demuestra la importancia que el Pontífice concede al caso.
Benedicto XVI deberá decidir sobre el futuro de la congregación mexicana una vez evaluados los informes presentados por los obispos.
Las decisiones sobre la congregación “serán adoptadas en un segundo momento por el Santo Padre, tras un cuidadoso estudio y reflexiones sobre los resultados de la visita apostólica”, o inspección, adelantó el miércoles padre Federico Lombardi a la emisora Radio Vaticano.
Los cinco obispos son Ricardo Watty Urquidi, obispo de Tepic (México), Charles Joseph Chaput, de Denver (Estados Unidos), Giuseppe Versaldi, de Alessandria (Italia), Ricardo Ezzati Andrello, de Concepción (Chile), Ricardo Blázquez Pérez, de Bilbao (España).
Los cinco obispos visitaron más de 120 comunidades legionarias para entrevistarse con sacerdotes y religiosos.
Tras el informe, no se excluye que el papa Benedicto XVI termine por designar “un comisario” para dirigir la congregación o que destituya a toda la cúpula de la Legión, como lo solicita Jason Berry, coautor de un libro y un documental (“Vows of Silence”), quien investigó por años a la influyente congregación.
La congregación mexicana reconoció a finales de marzo pasado por primera vez los abusos sexuales cometidos por su fundador y pidió “perdón” a las víctimas.
Antes de morir en enero de 2008, a los 87 años, Maciel tuvo que dejar de oficiar en público y llevar una vida retirada de penitencia y oración por orden del actual Papa, aunque muchos miembros de la congregación siguieron respaldándolo.