El presidente de Haití, René Preval, y su primer ministro, Jean Max Bellerive, justificaron este jueves el impresionante despliegue de Estados Unidos en su país para acudir en ayuda de las víctimas del devastador terremoto del pasado 12 de enero, que dejó al menos 75.000 muertos.

“Los estadounidenses están aquí a pedido nuestro y están aquí para asistirnos en nuestras necesidades humanitarias o de seguridad”, dijo Bellerive a la radio francesa RTL.

“Todos coinciden en decir que la ayuda de los diferentes ejércitos en un marco controlado y concertado y en el marco de un diálogo es bienvenida en Haití”, agregó el jefe del gobierno haitiano, interrogado sobre las críticas que surgieron de diversos países en contra de la presencia masiva de tropas estadounidenses en el país.

El presidente Preval explicó por su lado, en una entrevista publicada este jueves en el diario francés Liberation, que las tropas estadounidenses que aterrizaron esta semana en el perímetro del palacio presidencial, derrumbado por el terremoto, contaban con su consentimiento.

La secretaria norteamericana de Estado “Hillary Clinton me preguntó si estaba de acuerdo con que militares estadounidenses de cuerpos especializados pudieran venir. Le dije que sí”, precisó Preval cuando le preguntaron si la llegada de esas tropas constituía una “invasión amistosa”.

Estados Unidos desplegó 11.000 soldados en Haití para las tareas de rescate, seguridad y distribución de ayuda a los damnificados por el sismo que dejó al menos 75.000 muertos, 250.000 heridos y un millón de sin techo, y enviará 4.000 efectivos más.

“Haití no está bajo tutela”, afirmó Preval, al ser interrogado sobre una propuesta lanzada la semana pasada por un diputado francés de la derecha gobernante, Jacques Myard, de colocar a Haití “bajo un régimen de tutela de la ONU”.

Preval aseguró además que Haití “no tiene ningún bloqueo ideológico” para aceptar la ayuda tanto de Estados Unidos como Venezuela o Cuba.

El presidente venezolano Hugo Chávez y su homólogo nicaragüense Daniel Ortega acusaron a Estados Unidos, “el imperio”, de estar “ocupando militarmente” a Haití.

El presidente boliviano, Evo Morales, expresó su “repudio e indignación” porque “no es posible que Estados Unidos use una desgracia natural para invadir y ocupar militarmente Haití”.

En Francia también se escucharon críticas de responsables gubernamentales contra el impresionante dispositivo desplegado por Washington en Haití.