El papa Benedito XVI afirmó esta mañana de forma enfática, en la oración del Angelus, que “el inmigrante es un ser humano que debe ser respetado”, aludiendo a la “cacería” en pasados días contra trabajadores africanos del sur de Italia.

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“Hay que volver a hablar del corazón del problema (…), el significado de la persona humana”, declaró el Papa, refiriéndose a los enfrentamientos de los últimos días en Rosarno, localidad de Calabria, en el sur de Italia.

“Un immigrado es un ser humano, diferente por su origen, su cultura y su tradición, pero es una persona que debe ser respetada y que tiene derechos y deberes”, declaró Benedicto XVI.

“La violencia no debe nunca, para nadie, ser un medio de resolver los problemas (…)” dijo además el Pontífice.

Una verdadera cacería de inmigrantes se desató en Rosarno, localidad de 15.000 habitantes, donde se registraron desde el jueves protestas de migrantes africanos en respuesta a ataques de la población local. Los ataques o enfrentamientos dejaron 67 heridos.