Tras caer en manos de la policía, el imputado por el asesinato de un guardia de seguridad de una multitienda La Polar en el centro de Santiago, confesó el crimen.

Se trata de un hombre que hace sólo 2 meses había terminado de cumplir una condena por robo. Hasta la casa que compartía con su conviviente y donde estaba también la hermana de su pareja, en la comuna de Maipú, llegó personal del OS-9 de Carabineros.

Allí estaba el automóvil blanco en el que había huido la noche del lunes tras el asalto que cometió, sustrayendo 158 mil pesos a una cajera y asesinando a “quema ropa” al guardia de la tienda La Polar del barrio San Diego en el centro de Santiago.

Sin embargo, al ser sacado de la casa en calidad de detenido, el imputado Mauricio FuenteAlba Aceituno de 34 años, negó haber sido el autor del crimen y pese a qué el mismo en sus afirmaciones se fija “en el sitio del suceso”.

Ya una vez en el cuartel policial, en presencia del fiscal, terminó confesando el asalto y posterior asesinato de Abel González González de 57 años, quien sólo hizo el gesto de tomar su transmisor cuando fue baleado.

Testigos y las imágenes captadas por cámaras de televigilancia, además lo ubican en el sitio del suceso y como el autor del disparo, detalló el comandante del OS-9 de Carabineros, Eric Gajardo.

Estas 2 mujeres son la conviviente del detenido y la hermana de ésta. Esa noche del lunes 23 de noviembre, la pareja de FuenteAlba estaba acompañada, además de sus 3 hijos menores de 10 años.

Ella ha relatado a los investigadores que habían ido de paseo al centro y después de comer, él de un momento a otro se bajó del automóvil para sin contarle a nadie dirigirse a la tienda La Polar de San Diego y allí protagonizar el asalto y ataque homicida.

Después de aquello volviendo al vehículo y obligándola a huir rápidamente y una vez en la casa amenazándola para que guardara silencio, tras enterarse del crimen del guardia.

El cuerpo del vigilante, ex carabinero, está siendo velado en la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios, ubicada en calle Héctor Orrego de la comuna Cerrillos.

Su familia, amigos y colegas como María Inés Mora, manifestaron así su desconsuelo.

El detenido que presentaba un manchón en su rostro, a causa de una agresión anterior, se le encontraron en su poder 2 armas; un revolver y una pistola a fogueo.

Y en septiembre no más había terminado de cumplir una condena por robo.