El miércoles fueron recibidas las supuestas pruebas que inculparían a un suboficial peruano de realizar espionaje en favor de Chile. Los antecedente serán analizados con la “serenidad de quien no ha hecho nada incorrecto”, afirmó la ministra portavoz del Ejecutivo Carolina Tohá.

“Chile es un país serio y no tiene este tipo de prácticas y sus instituciones funcionan de acuerdo a lo que corresponde”, agregó.

El miércoles, Perú expresó su “enérgica protesta” y entregó las pruebas de que el suboficial peruano, Víctor Ariza, -capturado la semana pasada en Lima-, supuestamente espiaba para Chile.

En una nota oficial, se señaló que se espera “que el Gobierno de Chile efectúe una pronta y profunda investigación que deslinde responsabilidades y, en cada caso, se apliquen las sanciones que correspondan”.

El expediente fue entregado a Andrés Barbé, encargado de negocios de Chile en Lima y contiene pruebas “contundente” de que Ariza espiaba para Chile, según el gobierno peruano.

“Es muy importante que los gobiernos seamos prudentes ante denuncias de este tipo. Uno no sabe la cantidad de aristas, de temas, la seriedad que haya detrás de estos antecedentes”, afirmó Tohá en una entrevista radial.

“La firmeza de los países no se mide en el calibre de las ofensas que se le infieren a los vecinos”, agregó.

Por su parte, el director de relaciones económicas internacionales de la Cancillería chilena, Carlos Furche, afirmó que Perú sería el principal damnificado en caso de que prospere una iniciativa para derogar el TLC bilateral.

“Desde el punto de vista comercial, Chile es más importante para el Perú y desde el punto de vista de las inversiones no hay ninguna duda, porque hay 7.000 millones dólares chilenos en Perú”, señaló.