El presidente nigerino, Mamadu Tandja, votó por la mañana en Niamey, dando inicio al controvertido referéndum sobre una nueva Constitución, que de ser aprobada le permitiría perpetuarse en el poder.

Tandja, de 71 años, llamó a los electores a votar masivamente por el “sí” en esta consulta calificada boicoteada por la oposición.

Para conseguir sus fines, el jefe del Estado nigerino disolvió el 26 de mayo el Parlamento y la Corte constitucional a fines de junio por considerar ilegal la consulta. El mandatario gobierna desde entonces sólo por decretos y ordenanzas gracias a unos “poderes excepcionales”.