La cifra de muertos se elevó en el gigante asiático a 25 en las últimas horas.
El reciente deceso corresponde a un hombre de 80 años que dio positivo al virus en la ciudad de Hebei, al norte de Pekin.
El acecho de este padecimiento a la capital china es cada vez mayor, por lo que la alarma también lo es.
Además, otra ciudad entró en cuarentena este pasado jueves. Se trata de Huanggang, ubicada a 70 km de Wuhan, la primera en ser puesta en cuarentena debido a que ahí tuvo lugar el resurgimiento del coronavirus.
Ya son 40 millones de chinos aislados por este virus en al menos 13 ciudades. De estos, 7.5 viven en Huanggang y se suman a los 11 millones que desde el miércoles no pueden salir de Wuhan, donde aviones y trenes dejaron de correr durante el jueves para evitar nuevos contagios al exterior, tanto nacional como internacional. Autobuses y el resto del transporte interno, paró 24 horas antes.
No es para menos, ya que 17 de las víctimas mortales vivían en Wuhan. Se sabe, a la fecha, que hay más de 620 contagios, incluyendo un estadounidense y otros ciudadanos en Taiwán, Japón, Corea del Sur, Vietnam y Singapur, siendo este último uno de los más recientes sitios donde ocurre un nuevo caso.
En Huanggang, a medianoche (hora de China) dejó de correr el servicio ferroviario y el resto del transporte interno. De lo que se trata es que los ciudadanos estén lo menos expuestos posible y por eso el transporte público es irónicamente el medio más rápido para conducir la enfermedad.
Pero la situación fue más allá de lo provincial. El gobierno chino anuló las celebraciones del año nuevo en Pekín. Era el año de la rata, pero el camello, el murciélago y la serpiente, animales que contagian el coronavirus, se interpusieron en los festejos que comenzarían el próximo 25 de enero y finalizarían el 12 de febrero.
Con la cifra de muertos, no hay motivos para celebrar. El coronavirus ha sido el aguafiestas del 2020.
Chequeos médicos en aeropuertos del mundo
Como era de esperarse, el cerco sanitario llegó para instalarse en los lugares de exportación o importación “por excelencia” de cualquier virus: los puertos y aeropuertos.
Países como EEUU, Reino Unido y Australia, han instalado zonas de monitoreo en sus terminales aéreas, con el fin de pasar revisión médica a las personas que ingresen desde Asia o de otras latitudes que tengan registrados casos de coronavirus.
No solo en los países desarrollados se estrechan los controles. Ayer, las autoridades de salud de Colombia brindaban una rueda de prensa, según el periódico local El Tiempo, en la que detallaban las acciones a seguir para evitar el ingreso de personas con el mortal virus.
En la madrugada del miércoles, un joven chino de 19 años ingresaba con síntomas parecidos al del coronavirus y fue remitido a una clínica en Bogotá. Por el momento continúa en observación.
No fue la única sospecha. El pasado 19 de enero, un adulto que estuvo de viaje por China fue ingresado para ser sometido a los mismos análisis, pero el padecimiento fue descartado.
La guardia sanitaria en aeropuertos como El Dorado, el principal de Colombia, tiene que ver con un interrogatorio a los pasajeros de si han estado en Wuham. Se evualúa su estado de salud y si presenta fiebre u otra condición parecida al coronavirus, debe pasar a revisión obligatoria.
Para lo anterior, se echa mano de equipos médicos especializados, según consigna el referido medio. Si se forma una leve sospecha de un caso, la persona es aislada y trasladada a centros médicos donde se aplicará el protocolo de revisión.
Colombia, como otras naciones, no cuenta con pruebas que brinden un diagnóstico de coronavirus. Una vez tomadas las muestras, se envían al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) u otros centros de referencia internacional.
Los que viajen a Asia son advertidos por las autoridades locales sobre el lavado frecuente de las manos, consumir alimentos bien cocidos, usar tapabocas, ventilar bien los espacios y acudir de manera rápida a los servicios de salud frente a síntomas respiratorios.
OMS:”Demasiado pronto para una emergencia internacional”
A medida que los reportes internacionales ofrecen detalles y cifras de contagios o muertes, la atención del mundo incrementa.
La expectativa de las medidas conjuntas para evitar su avance, también. Ahí es donde entra en juego la Organización Mundial de la Salud y su “expertise” en temas como este.
Precisamente la OMS sesionó ayer para decidir si elevaba o no el coronavirus a la categoría de “emergencia internacional”.
La respuesta fue contundente: “No se equivoquen. Esta es una emergencia en China, pero aún no se ha convertido en una emergencia de salud global. La evaluación de riesgos de la OMS es que el brote es un riesgo muy alto en China y un alto riesgo a nivel regional y mundial”, afirmó el director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Estaba previsto que la organización ofreciera el pasado miércoles una respuesta como la que brindó en las últimas horas. Sin embargo y tras dos días de deliberaciones, esta llegó 24 horas después, sin declaratoria.
Lo anterior contrasta con la forma en que el coronavirus está actuando, producto de la nueva cepa.
Viene de una familia que cuenta con una amplia gama de virus que pueden provocar enfermedades benignas en el hombre como el catarro, pero otras más graves como el Síndrome Respiratorio Agudo Grave.
Entre 2002 y 2003 el SRAS, procedente de China, contagió a 8.096 personas. De esas, 774 personas murieron en todo el mundo. 349 eran de China continental y 299 de Hong Kong.
Ante los cuestionamientos con el fantasma del SRAS y sus estragos, el director de la OMS aseguró que “no significa que no pensemos que la situación sea grave”, y explicó que han concluido que “aunque se ha convertido en una emergencia sanitaria en China, aún no se ha convertido en una emergencia internacional”.
Este organismo mundial “no recomienda restricciones a los viajes o al comercio”, pero trasladó la responsabilidad a los controles sanitarios que cada territorio debe implementar.
“Todos los países deben tomar medidas para detectar posibles casos de coronavirus, también en instalaciones sanitarias”.
