La alcaldía de Pekín anunció el jueves la anulación de las populares ceremonias previstas con motivo del Año Nuevo chino, como medida de protección ante la epidemia provocada por el virus que ya ha matado a 17 personas en el país.

Las vacaciones y festividades con motivo del año nuevo comenzarán el próximo viernes y duran una semana. Los habitantes de Pekín se cuentan por centenares de miles cada año en los parques y espacios públicos para asistir a los tradicionales bailes del león y del dragón.

Además, la Ciudad Prohibida de Pekín, uno de los lugares más visitados de China, va a cerrar hasta nueva orden debido a la epidemia provocada por el virus que comienza a extenderse en el mundo entero.

El antiguo palacio de los emperadores cerrará sus puertas desde el sábado “para evitar contagios entre visitantes”, según un comunicado.

Las medidas tomadas por Pekín, se suman a la decisión de que ningún avión o tren abandonará el jueves Wuhan (11 millones de habitantes), el foco de la epidemia que desde diciembre infectó a más de 500 personas y causó 17 muertes.

Las mismas medidas se aplicarán este jueves en Huanggang, en la que viven 7,5 millones de habitantes, anunció el alcalde de la ciudad.

Hasta el momento, todos los fallecidos son de Wuhan y sus alrededores. Al igual que el SRAS (Síndrome respiratorio agudo severo), esta nueva enfermedad surgida en China se transmite entre humanos y pertenece a la familia de los coronavirus.