Mansplaining o "tragos gratis para ellas": la discriminación que sienten las mujeres en el comercio

Créditos: Pixabay

Lunes 08 marzo de 2021 | Publicado a las 07:25 · Actualizado a las 08:57

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En el último año, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) levantó estudios que evidenciaron que más de la mitad de las mujeres consultadas se sintió alguna vez discriminada en aquellos comercios que culturalmente están asociados a lo masculino, como por ejemplo servicios mecánicos, ferreterías, entre otros.

La mayoría de las afectadas (64%) señaló haber sentido menoscabo en algún local de ese tipo, sólo por su género.

Lucas Del Villar, director del Sernac, comentó a BioBioChile que el Servicio siempre supervisa las problemáticas que enfrentan las mujeres en materia de consumo.

“Hemos detectado que las consumidoras se sienten discriminadas por algunas empresas sólo por ser mujer. Por ejemplo, en el último análisis más de la mitad de las mujeres consultadas dijo haberse sentido discriminada en aquellos locales asociados a lo masculino, por ejemplo los servicios mecánicos o las ferreterías”, señaló.

La autoridad explicó que mediante encuestas han conocido las conductas de las empresas o de sus dependientes que puedan afectar a las consumidoras en el comercio; y entender así “aquellos ámbitos en las que puedan ser más vulnerables por ser mujer”.

El Sernac, por tanto, tiene entre sus objetivos promover mejores prácticas al respecto o fiscalizar en aquellos casos donde puedan incubarse infracciones.

“La discriminación arbitraria está sancionada por la Ley del Consumidor”, subrayó Del Villar.

Mansplaining o “trago gratis para mujeres”

Según un archivo del Sernac, en algunos locales se daría el fenómeno denominado “mansplaining”, es decir, “explicar algo de una forma condescendiente, de manera que la persona que escucha se sienta menoscabada e incómoda”.

Conforme al Servicio, ese tipo de práctica “atenta contra el derecho del consumidor a recibir información clara, veraz y oportuna”.

Otro grupo de mujeres consultadas (29%) sostuvo también que alguna vez se sintió relegada por los dependientes del comercio debido a aspectos como la edad o la ropa que llevaban puesta; y un 10% comentó que sintió que fue mal atendida en una tienda “por la creencia de que tienen menos poder adquisitivo”.

Además, perciben discriminación por otras situaciones comunes de consumo (4%), por ejemplo, como cuando en pubs y bares los dependientes entregan la cuenta directamente al hombre presente; o que dentro de las políticas de este tipo de locales está el entrar gratis a las personas de sexo femenino u ofrecen “tragos para mujeres”.

El denominado “impuesto rosa”

BBCL

Del sinfín de productos que existen en el mercado, mucho de ellos unisex, hay empresas que hacen una diferenciación de género: puede ser rosado o morado para mujeres; gris, negro o azul para hombres.

Pese a ser lo mismo y estar diferenciados sólo por el color, se ha detectado algo denominado “impuesto rosa” (o pink tax), que se aplica a los productos de tonos pasteles (o “femeninos”), pero que no se aplica a los otros tonos.

En síntesis, el “impuesto rosa” se refiere al costo adicional cuando algo está destinado a la mujer, o sea, es más caro.

En un análisis realizado por el Sernac, se comprobó que un 18% de las mujeres pagaban más que los hombres; y solamente un 3,6% de los hombres pagaban más que las mujeres.

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