Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.
Jill Dando, una querida periodista de la BBC, fue asesinada en su hogar en 1999, conmocionando a los ingleses. A pesar de intensas investigaciones con más de 2.500 entrevistas y sin culpables hasta hoy, el crimen sigue sin resolver. Dando, conocida por programas como Crimewatch, era una talentosa comunicadora cuya muerte a sangre fría ha intrigado a la policía y al público.
El 26 de abril de 1999, es un día que se encuentra marcado en el calendario de los ingleses, quienes sufrieron la muerte de la periodista Jill Dando, sintiendo como si un familiar de ellos hubiera muerto.
De cierta manera, por esos años la comunicadora era un rostro cercano, que a través de su profesionalismo, logró entrar a las casas de los televidentes, liderando programas como Crimewatch, un espacio dedicado a la resolución de crímenes violentos, y Holiday, un proyecto dedicado a mostrar los mejores lugares para viajar.
En específico, la muerte de la comunicadora de la British Broadcasting Corporation (BBC) a manos de un desconocido, movilizó la toma de cientos de declaraciones y numerosas pesquisas que a 26 años del homicidio todavía no tiene culpables.
Sin duda, un drama policial que se ha convertido en el “crimen perfecto” con el paso de los años, pues a la periodista le dispararon en la cabeza a sangre fría.
Incluso, la policía ha entrevistado a más de 2.500 personas y tomado más de 1.000 declaraciones para dilucidar las causas de su misteriosa muerte.
La chica dorada de las noticias
Dando nació en Weston-super-Mare y comenzó su carrera como periodista para el periódico Weston Mercury en el condado de Somerset, Inglaterra, periódico donde también trabajaron su padre y hermano, que también eran periodistas.
En poco tiempo, Dando pasó de la televisión regional a programas nacionales en Londres a finales de los años 1980, informa ITV.
Asimismo, Jill logró un éxito arrollador mientras presentaba la televisión matutina y las noticias de las 6 p.m. Sin embargo, su parecido con Diana de Gales también ayudó a su popularidad con el público que la seguía.
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De todas formas, pronto se hizo un rostro estable, además de poseer un inigualable carisma. Hasta el día de su muerte, Jill Dando era considerada una periodista apasionada y que se tomaba su trabajo en serio, puesto que varias de sus investigaciones solían remover a la sociedad inglesa.
En 1994, mientras su carrera estaba en su apogeo, la periodista se mudó al barrio londinense de Fulham. Mientras, dos años después, fue nombrada como “personalidad del año”, dentro de la BBC.
El día de su muerte
Según la versión oficial, la periodista se encontraba en el hogar de su futuro esposo, el ginecólogo Alan Farthing. Pero en el transcurso de la mañana, Jill había conducido su automóvil hasta hogar en el número 29 de Gowan Avenue, en Fulham.
Cabe mencionar que juntos se preparaban para celebrar su boda, cuya fecha era el 25 de septiembre de 1999. No obstante, a las 11:32 AM la periodista de 37 años es tiroteada en la puerta de su hogar.
“Dando estaba a punto de poner las llaves en la cerradura para abrir la puerta principal de su casa en Fulham, cuando un desconocido la agarró por detrás. Con su brazo derecho, el asaltante la sujetó y la obligó a tirarse al suelo, de modo que su rostro casi tocaba el escalón embaldosado del porche. Luego, con su mano izquierda, le disparó un solo tiro a su sien izquierda, matándola instantáneamente. La bala entró justo por encima de su oreja, paralela al suelo, y salió por el lado derecho de su cabeza”, expresó en ese entonces Robert Woffinden, periodista de investigación que cubrió la muerte de Jill.
De acuerdo con Helen Doble, amiga y vecina que vivía cerca de la comunicadora, fue la primera en llegar a la escena del crimen. Así describió el momento en que se encontró con el cuerpo de Jill. “Estaba desplomada en el umbral, apoyada torpemente en la parte inferior de la puerta. Sus piernas estaban estiradas y colocadas de forma extraña. Su mano, con el anillo de compromiso puesto, estaba estirada y azul”, recoge La Nación.
Por otra parte, varias teorías apuntaron a varios sospechosos, incluido su prometido, pero rápidamente fue descartado. Aunque hasta el momento la hipótesis que gana terreno es la conexión serbia, que existiría en torno al homicidio de la periodista dado su rol durante una petición pública que hizo por los refugiados de Kosovo.
Sin embargo, ninguna de las líneas de investigación pudieron hallar al culpable.
El crimen perfecto
A raíz del asesinato, las autoridades decidieron crear una unidad especial que contaba con 45 personas. De este modo, el inspector Hamish Campbell lideró al grupo especializado en buscar pistas sobre el homicidio. Aunque pese a los esfuerzos, nunca hallaron al culpable.
El agente describió hace seis años en un documental que recoge el caso de Jill Dando, que posiblemente nunca atraparían al responsable, en una investigación que acusó a Barry George, un hombre que vivía a un kilómetro de la casa de Dando y que tenía antecedentes de acoso a mujeres, delitos sexuales y otros comportamientos antisociales. Dijo Hamish sobre el caso: “A veces sentía que estábamos a un día de resolverlo y otras veces pensaba: ‘No, estamos muy lejos’. Los oficiales superiores preguntaban: ‘¿Qué probabilidades hay de que se resuelva este caso?"”.
Pese a ello, George, que vivió 8 años tras las rejas después de ser incriminado, fue absuelto de todo cargo criminal después que un nuevo juicio desestimara un rastro de pólvora en uno de sus abrigos de George. Por lo mismo, en 2008, fue liberado. De forma pragmática, Nigel el hermano de Jill, cree que la verdad resulta menos fantasiosa y mucho más realista. “No importa qué tan extraño le pueda parecer a la gente, es sin duda una de las teorías que abundan; que simplemente Jill estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado”, afirma Nigel.
Finalmente, en abril de este año, un testigo afirmó que vio en la escena del crimen a Milorad Ulemek, un asesino serbio que ha sido dos veces condenado como el posible responsable.
Un asunto que nuevamente podría activar la búsqueda del homicida más buscado de Reino Unido.
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Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por
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