Vivió en Argentina, murió en Brasil y fue enterrado en Paraguay. Ese habría sido el destino de Adolf Hitler después de fingir su suicidio en 1945. Así al menos lo sostiene el periodista argentino Abel Basti.
El profesional publicó el libro “La tumba de Hitler”, donde se desarrolla la teoría de que el dictador alemán no murió en un búnker de Berlín, sino que huyó a América Latina para vivir lejos de la estela de muertes que dejó tras el holocausto.
Según informó Infobae, Basti se entrevistó con testigos que aseguraron haber visto a Hitler en Sudamérica. Además, analizó inconsistencias en la teoría aceptada sobre la muerte del fallecido gobernante.
El periodista propone que Hitler y otros nazis lograron huir en submarinos que llegaron de forma clandestina al continente americano.
“En primer lugar, se debe tener en cuenta que todos los testigos que afirmaron a pie juntillas que Hitler se mató eran nazis. Este no es un tema menor. Ellos aseguraron que el cadáver del Führer fue totalmente quemado, junto al de su amante Eva Braun”, dice el libro, cuyos fragmentos fueron publicados por el citado medio.
Los cuestionamientos al suicidio de Hitler
En el texto, se entregan diversas pruebas que cuestionan el suicidio de Hitler.
“Hoy, al ser comparadas las diversas declaraciones de los nazis, aparecen contradicciones que van desde la forma en que se concretaron los suicidios hasta los múltiples datos relacionados a la forma de traslado de los cadáveres, la incineración y la sepultura de los cuerpos de Hitler y su mujer en los jardines de la Cancillería”, se asegura.
Por ejemplo, se informa que los únicos que vieron a Hitler muerto pertenecían a su círculo íntimo, y que quienes participaron de la cremación dijeron haber visto las cenizas resultantes.
“Algunos testigos dijeron que solo quedaron cenizas de los cuerpos y se sabe que esto es imposible en una incineración de este tipo, a cielo abierto, ya que la temperatura necesaria para reducir un esqueleto a polvo está estimada entre 1.400 y 1.800 grados Celsius. Esta temperatura se alcanza en un horno crematorio y no en una hoguera”, añade el autor.
A esto se suma el resultado de una investigación soviética que inspeccionó el lugar donde se habrían quemado los cuerpos, donde no se hallaron restos de gasolina ni de quema de cadáveres.
¿Dónde encontrar el libro?
“Los investigadores rusos aseguraron haber hallado los cuerpos calcinados, enterrados en un hoyo que habría causado una bomba, muy cerca de la superficie, pero no hay datos que indiquen que se constataron rastros de una hoguera en el jardín de la Cancillería”, agrega Basti.
“Hay otro razonamiento que resulta incomprensible: si Hitler ordenó que su cadáver no debía ser encontrado, ¿cómo fue entonces que a sus colaboradores se les ocurrió sepultarlo en una zona tan obvia para encontrarlo, como lo era el jardín de la Cancillería, y a escasa profundidad sin disimular el sitio del enterramiento, a punto tal que parte del esqueleto sobresalía de la superficie? Y la respuesta es obvia: se hizo así para que los cuerpos fueran encontrados por los soviéticos y para confirmar que el Führer y su esposa se habían suicidado, noticia que permitió encubrir la fuga de ambos”, añade el periodista.
El libro completo “La tumba de Hitler” se puede encontrar en versión digital en Amazon. Allí se pueden encontrar los antecedentes de cómo vivió Hitler en América Latina y cómo terminó enterrado en Paraguay, tras morir en Brasil y vivir en Argentina.
Se puede leer tanto en aparatos Kindle, como en la aplicación del mismo nombre en celulares de diversos sistemas operativos.