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El hombre más longevo de Australia, Alfred Date, se hizo viral en 2015 tejiendo chalecos para pingüinos azules, convirtiéndose en voluntario de la Fundación Penguin para ayudar a estas aves afectadas por derrames de petróleo en Phillip Island.

¿No sabes qué harías en tus últimos días? Quizás Aldred Date te inspire. Hace algunos años fue el hombre más longevo de Australia y dedicó sus últimos días a tejer chalecos para pingüinos azules(Eudyptula minor), por una importante razón.

Se viralizó por primera vez por allá en el 2015, cuando un medio local australiano supo lo que Alfred estaba haciendo y lo entrevistaron. Un año después falleció, pero su historia continúa circulando en internet hasta hoy.

Según recoge 9News, Alfred fue una persona que no podía decir que no a los favores y así fue como terminó tejiendo para salvar a la especie de pingüinos más pequeña del mundo.

Cuando partió, tenía 108 años y acababa de llegar a un centro de cuidados para adultos mayores. “Las dos chicas (enfermeras) se acercaron a mí y me dijeron: ‘Creemos que sabes tejer"”, contó.

Ayudando a los pingüinos, ¿con chalecos?

Justamente cuando Alfred fue ingresado al centro, la Fundación Penguin estaba convocando a voluntarios para tejer chalecos para pingüinos azules, iniciativa a la que él se unió.

En la entrevista, dijo que solían llamarlo “tonto” por no saber decir que no, pero también reflexionó que los favores son “una buena manera de seguir adelante en la vida. Haces amigos todo el tiempo, pero tampoco haces el ridículo”.

Las enfermeras le proporcionaron a Alfred los materiales y comenzó a tejer para una colonia de pingüinos en Phillip Island, Victoria, zona donde la fundación rescataba a estos animales.

Durante esa época los pingüinos pequeños se topaban con varios derrames de petróleo por la zona y terminaban afectados, ya que es tóxico. Los chalecos podían ayudarlos en su recuperación.

Antes los numerosos casos de pingüinos afectados por el petróleo, la fundación creó el programa “Tejidos por la naturaleza”, con el que pedían donaciones de pequeños chalecos.

Cuando los pingüinos pequeños se manchan de petróleo, intentan acicalarse y limpiar el aceite tóxico de su plumaje, y si lo ingieren pueden morir. También dañan sus delicadas plumas, lo que expone su piel a temperaturas extremas y los deja fríos, pesados ​​e incapaces de nadar o cazar alimentos”, señalaron en su sitio web.

Los cuidadores optaron usar un método al que llamaron “chalecos de rehabilitación”. “Cuando se rescatan pingüinos cubiertos de petróleo y se los ingresa en la Clínica de Vida Silvestre de Phillip Island, se les colocan temporalmente chalecos tejidos que actúan como barrera para evitar que se toquen las plumas aceitosas con el pico antes de que el personal de rescate pueda lavarles el cuerpo“, explicaron.

El programa logró recaudar unos 200.000 chalecos al 2021, cuando lo cerraron por haber recibido demasiados. Algunas de las prendas que no servían para las aves, al contener adornos que podían tragar o por sus tamaños, comenzaron a ser vendidas en peluches de pingüinos para recaudar dinero para la fundación.

Cuando Alfred falleció en 2016, lo despidieron con un emotivo mensaje: “El Sr. Date fue un maravilloso contribuyente al programa “Tejidos para la naturaleza”, y nos proporcionó muchos chalecos de lana para proteger a los pequeños pingüinos de Phillip Island en caso de un derrame de petróleo“.

“Nos sentimos muy privilegiados de haber jugado un pequeño papel en los famosos e increíblemente ricos 110 años de vida del Sr. Date”, concluyeron.