Emmanuel Cafferty es un estadounidense de 47 años hijo de inmigrantes mexicanos que no cuenta con estudios superiores y que a partir del 3 de junio ha atravesado un infierno en vida luego de ser “funado” por las redes sociales, todo debido a un gesto que fue malentendido y que lo volvió viral en el peor sentido de la palabra.

Ese miércoles volvía a casa tras terminar su jornada de trabajo para la empresa San Diego Gas & Electric cuando fue entrevistado por BBC Brasil.

Tenía su brazo apoyado en la ventana de la camioneta que conducía y en varias ocasiones juntó algunos de sus dedos sin notarlo. Pero un conductor (de ascendencia caucásica) que pasaba por el lugar sí lo hizo, lo increpó, lo fotografió y subió el registro a su cuenta de Twitter. Ya se imaginan el resto.

Cafferty no solo perdió su trabajo, el mejor que había tenido en su vida según contó a BBC Mundo; sino que el escarnio ha sido tal que necesitó comenzar una terapia para poder manejar el miedo y el dolor que ha sentido.

La foto en cuestión | Twitter
La foto en cuestión | Twitter

¿Pero qué ocurrió?

Con sus dedos, Cafferty hizo un signo “OK”, el que a partir de 2017 también es considerado en Estados Unidos como una seña a favor del racismo por parte de supremacistas blancos usuarios de 4Chan. De allí se hizo parte del lenguaje de grupos extremistas en la vida real.

“La abrumadora mayoría de las veces el gesto significa consentimiento o aprobación. Por eso no se puede presumir que alguien que lo haga lo esté usando en un contexto de racismo, a menos que exista otra prueba para apoyar esa percepción”, señalaron a la BBC desde la Liga contra la Difamación, una organización que combate los discursos de odio en las tierras de Trump.

“En mi caso, no era un símbolo. Solo estaba chasqueando los dedos. Pero un hombre blanco lo interpretó como un gesto parecido al ‘OK’, que sería racista, y se lo dijo a mis jefes, también blancos, que decidieron creerle a él, no a mí, que no soy blanco”, dijo Cafferty, mostrando el tono de su piel.

“Una multitud de Twitter me canceló. Ya llamé a todos mis ex empleadores en las seis semanas desde que aconteció el episodio y nadie me llama de vuelta”, lamentó el hombre.

El afectado entiende que cualquier empleador buscará su perfil en internet y que su nombre lamentablemente quedó asociado a un caso viral de racismo.

“El mío quedó ligado a este episodio, sin importar si era cierto o no. No sé cómo voy a seguir con mi vida de aquí para adelante”, comentó en conversación con la rama hispanoparlante de la cadena londinense.

Según el citado medio, el autor de la fotografía dijo a la NBC que tal vez podría haber exagerado en su reacción y comentó que nunca quiso que Cafferty perdiera su empleo.

Tras ello, el sujeto borró la fotografía y la cuenta de Twitter que usó para la funa, pero el daño ya estaba hecho. BBC Brasil intentó contactarlo, pero no pudo.

“Así fue como perdí el mejor empleo de mi vida”, resumió Cafferty por la plaza donde ganaba US$41 a la semana, el doble que en su trabajo anterior; y donde por primera vez pudo acceder a beneficios de salud y de previsión.

Cafferty interpuso una demanda en contra de San Diego Gas & Electric, aunque sabe que esa acción legal no rendirá frutos en al menos un año… de tenerlos.

Además, afirmó que entiende los movimientos por la justicia racial, aunque nunca se imaginó ser el foco de uno por un malentendido. “Ni cuenta de Twitter tenía antes de ser cancelado”, cerró.

Su caso inició una campaña para que sea recontratado por su ex empleador. Al cierre de esta edición, la página de Change.org acumula 10.064 firmantes.