Una investigación estadounidense que analizó a más de 75 países concluyó que existe "desigualdad mundial" a la hora de tener que acceder a una trombectomía, un tipo de cirugía que previene la generación de coágulos sanguíneos que detonan en accidentes cerebrovasculares isquémicos.

Esta semana se dio a conocer que el periodista chileno Alipio Vera, lleva poco más de una semana internado luego de sufrir un accidente vascular isquémico tras una cirugía cardíaca.

Mientras el comunicador permanece en la UCI y con diagnóstico reservado, una investigación estadounidense aseguró que existe disparidad a nivel mundial a la hora de acceder a trombectomías mecánicas, una intervención quirúrgica que puede prevenir los ACV.

De acuerdo a la investigación, una mayor cooperación internacional ayudaría a salvar las “amplias y graves disparidades” que existen en el mundo en lo que se refiere al acceso a trombectomías mecánicas en caso de un accidente cerebrovascular y podría “beneficiar a millones de pacientes al año”.

Así lo dice la investigación a escala mundial “Mechanical Thrombectomy Global Access For Stroke”, liderada por Dileep R. Yavagal, profesor de Neurología clínica de la Facultad Miller de la Universidad de Miami (UM), y publicada en la revista Circulation.

¿Qué tan fácil es tener una trombectomía en el mundo?

Para determinar la disponibilidad de las trombectomías mecánicas, que se realizan para extraer coágulos de sangre, los autores del estudio, en el que colaboraron 36 especialistas de todo el mundo, realizaron una encuesta en 75 países a través de la red global de Mission Thrombectomy 2020 Plus, una iniciativa de la Sociedad de Neurología Vascular e Intervencionista fundada por Yavagal en 2016.

La encuesta encontró que las trombectomías mecánicas “solo estaban disponibles para el 2,8 % de los pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular isquémico en el mundo en 2019”, con disparidades graves según los niveles de ingresos entre los diferentes países.

Los accidentes cerebrovasculares isquémicos agudos representan casi la mitad de los 5,5 millones de muertes de este tipo cada año, detalla.

La prevención de nuevos ACV

Yavagal explica que, con los accidentes cerebrovasculares isquémicos de menor envergadura, los medicamentos “anticoagulantes” pueden restaurar el flujo sanguíneo normal al cerebro cuando se administran rápidamente.

Pero, en el caso de pacientes con oclusiones de vasos grandes (LVO), altamente peligrosas, “las trombectomías mecánicas, que usan catéteres intervencionistas y stents (prótesis intravascular) para eliminar el coágulo, pueden proporcionar resultados mucho mejores”, según el estudio.

Si bien practicar esta operación, que consiste en introducir un catéter por la arteria hasta llegar al trombo con el fin de extraerlo, puede ser muy efectivo en pacientes con grandes obstrucciones, “los recursos necesarios para estos procedimientos se distribuyen de manera desigual en todo el mundo“.

¿A qué se debe esta desigualdad?

Los principales determinantes del acceso a las trombectomías son el ingreso nacional bruto per cápita de un país, así como la disponibilidad de centros y operadores de accidentes cerebrovasculares calificados, es decir, recintos de salud especializados en este tipo de patologías.

Pero también cuenta la existencia de protocolos regionales para evitar el traslado de un paciente a un hospital que no realiza trombectomías y no perder así un tiempo que puede ser decisivo para salvarle la vida.

“El uso inadecuado de los recursos disponibles para el cuidado de accidentes cerebrovasculares fue evidente en los volúmenes más bajos de procedimientos realizados en países de ingresos bajos y medios en comparación con países de ingresos altos”, subrayó Yavagal.

A fin de aumentar rápidamente el acceso a este tratamiento que salva vidas y revierte la discapacidad, “se necesita la cooperación mundial”, dijeron los autores del estudio.

Los expertos señalaron la importancia de la “certificación de los centros de accidentes cerebrovasculares (ACV)” por parte de organismos nacionales o internacionales para asó evitar o disminuir la disparidad mundial en el acceso a estas intervenciones.

Todas las partes interesadas, incluidos los proveedores de atención médica, los pacientes, los cuidadores, los hospitales, los fabricantes de dispositivos y las agencias reguladoras, deben unirse para optimizar los sistemas de atención para accidentes cerebrovasculares y disminuir las disparidades de acceso“, afirma el estudio.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.