Por décadas el empleo joven ha debido enfrentar diferentes obstáculos para lograr su plenitud, como por ejemplo falta de experiencia de los recién titulados, o incluso exigencias relacionadas con mayores años de estudio, como postgrados.

Pero algunas empresas están comenzando a cambiar ese paradigma, mediante políticas que apuntan al reclutamiento gradual de candidatos jóvenes, en lo que se podría calificar como un “Joint Venture” en el desarrollo profesional.

Es un buen sistema, que funciona, y permite que grandes corporaciones den espacio a jóvenes sin experiencia que están iniciando su camino profesional, les brinden un puesto de trabajo, en un mundo laboral cada vez más exigente.

Esta modalidad de inserción puede comenzar en el formato habitual de “pasantía”, con elementos de aprendizaje horizontal y proyección, ofreciendo espacios de Cross Training que dan a la experiencia un sentido educativo. Los sueldos son cercanos al 60% de una remuneración de mercado, pero es posible seguir avanzando.

Si se cuenta con las aptitudes y existen opciones de proyección, el siguiente nivel es de jóvenes que se sienten cómodos aprendiendo y quedan contratados, con ajustes salariales que los dejan en rentas del orden del 20% debajo del mercado laboral “normal”, una remuneración que con el tiempo se va equiparando gradualmente.

Esta tendencia llegó para quedarse, y permitirá allanar una barrera de entrada que ha afectado por muchos años a generaciones de jóvenes que dan sus primeros pasos en el mercado laboral.

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