Luego de la violenta noche de flamenco registrada en el Teatro Caupolicán, Carabineros ingresó una denuncia de oficio para establecer las responsabilidades por lo ocurrido.

Carabineros ingresó una denuncia por oficio para determinar si la producción de la noche de flamenco realizada ayer en el Teatro Caupolicán cumplió las normas relativas a la organización de este tipo de eventos.

Se trata de una situación ocurrida anoche en el recinto de calle San Diego, en un espectáculo donde la estrella principal era “Los Chichos”, grupo español que celebra sus 50 años de historia. Junto a ellos estaba “La Húngara” y Manuel González (ex Rebujito).

En el exterior, sujetos lanzaron elementos contundentes y destruyeron una mampara con el fin de ingresar a la fuerza y sin entrada. Además, según testigos, hubo disparos.

Al interior, en tanto, individuos encendieron bengalas y también exhibieron armas de fuego, según relataron asistentes en redes sociales.

La situación terminó sin detenidos ni heridos. Pero, Carabineros ingresó una denuncia de oficio para indagar responsabilidades en lo ocurrido.

La idea es indagar si se superaron las 3 mil personas en el teatro, lo que obliga a solicitar permiso a la Delegación Presidencial de la RM. Esto conlleva la participación de uniformados en los perímetros y cumplir con una serie de protocolos, lo que anoche no ocurrió.

Así lo señaló el mayor Marco Bahamondes.

Por su parte, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, señaló que el hecho solo tuvo efectos leves. En contraparte, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, calificó como grave el episodio y criticó a la organización.

Teatro se defiende

A través de su propietario, José Antonio Aravena, el Teatro Caupolicán indicó que la responsabilidad de lo ocurrido es de la productora que organizaba el evento, quienes debieron contratar la seguridad correspondiente.

Sin embargo, señaló que, probablemente, el equipo de seguridad contratado se vio superado ante lo ocurrido, por lo que debieron actuar guardias del mismo teatro.

Aravena añadió que había detectores de metales en el recinto, por lo que descartó la presencia de armas de fuego.