En mayo expiran los contratos de dos actuales operadoras del Transantiago: STP y RedBus. Sus reemplazantes se iban a definir en el fallido proceso de licitación que fue declarado desierto por el nuevo Gobierno.

En ese sentido, desde el Ejecutivo se comprometieron incluso a renovar la flota de buses, pese al término de los contratos y a la suspensión del concurso.

Hasta el momento, Metro figura como una de las principales opciones para hacerse cargo, luego que en 2015 se estableciera en la Ley de subsidio del Transporte Remunerado de Pasajeros que esa compañía podía operar en superficie en algunos casos especiales.

La ministra de Transportes, Gloria Hutt, reconoció que están evaluando esa alternativa y espera que “en un corto plazo” el directorio de Metro defina si asumiría dicho desafío.

La empresa Metro está reestructurando por estas semanas su directorio, el cual quedaría definido durante el mes de abril. Después de eso, se iniciarían las conversaciones para concretar un proyecto que permita a esa compañía firmar un acuerdo con la Dirección de Transporte Público Metropolitano y comenzar a hacerse cargo de algunos servicios del Transantiago.

Proceso que tomaría meses y que para el exministro de la cartera y académico de la Universidad de Chile, Andrés Gómez Lobo, no significaría necesariamente una mejora en la calidad del transporte público capitalino.

Metro ya ha operado el servicio de superficie con las extintas MetroBus que dejaron de funcionar cuando entró en vigencia el Transantiago hace más de once años.

Para sumarse al actual sistema, la compañía debería crear una filial o sumarse con la que ya tiene, llamada Transub, en asociación con la Empresa de Ferrocarriles del Estado, EFE. Así, esta última también podría operar algunos buses.

En octubre vencen otros dos contratos de actuales operadoras: Alsacia y Express, las peores evaluadas del sistema.