Un día como hoy, pero hace 15 años atrás, se registró la mayor tragedia del Ejército en tiempos de paz. 44 soldados conscriptos y un sargento perdieron la vida tras una caminata forzada, sin equipamiento adecuado y con viento blanco en contra, en una de las ladera del volcán Antuco, cercano a Los Ángeles, en la región del Bío Bío.

Salvador Schwartzmann, periodista de Radio Bío Bío que cubrió la emergencia el 18 de mayo de 2005 recordó y desclasificó episodios dramáticos de la emergencia, como el dolor de la familia, la falta de información y las malas decisiones por parte del Ejército de Chile.

Según relató el profesional, periodistas de Radio Bío Bío en Los Ángeles alertó que algo estaba pasando en el Regimiento Reforzado Nº17. El recinto estaba casi vacío, la mayoría estaba en la cordillera.

Lo primero que llamó la atención de Schwartzmann fue la falta de información por parte del Ejército; es más, indicó que oficiales llamaban a la radio para confirmar datos.

El personal que estaba en el refugio de Los Barros se comunicaba directamente con Santiago, para ponerlos al tanto de la situación, pero no tenían contacto con el Bío Bío, complicando aún más el acceso a la información.

Entre lo primero que lograron cotejar es que el coronel, actualmente en retiro, Patricio Cereceda ordenó la caminata, incluso con viento blanca hasta Los Ángeles, los soldados tenía que llegar sí o sí. La causa, el 21 de mayo tenía que desfilar en la comuna.

“Cuando ellos recién comienzan la marcha, en menos de un kilómetro, y miran hacia atrás podían ver el refugio, pero al cruzar un estero congelado, con ropa que no era la necesaria, que no era impermeable, se hundieron en el agua y siguieron el camino (…) sobrevivientes afirman que le dijeron al capitán que volvieran, pero les respondieron que no, que las órdenes son para cumplirlas”, recordó.

Muchos de esos jóvenes pertenecían a zonas rurales que por primera vez conocían la nieve.

Cuando se confirmó que eran 44 los conscriptos fallecidos y un sargento, un oficial al mando, aseguró el periodista, dijo “gracias a Dios” porque cómo podían ser sólo soldados y un personal de planta.

“El cocinero era ese personal de planta, él se quedó con los chiquillos y murió con ellos”.

Juan Emilio Cheyre

El general en retiro Juan Emilio Cheyre no podía entender que Radio Bío Bío diera cuenta de los hechos antes que él lo supiera.

Los cuestionamientos al militar se incrementaría con el paso de los días. Así ocurrió el 21 de mayo cuando en medio de una reunión, ya con 13 cuerpos encontrados, uno de los familiares le dice al entonces presidente Ricardo Lagos que les había informado que debían esperar hasta la primavera para bajar el resto de los fallecidos porque estaban sepultados bajo la nieve.

Entonces, el exmandatario lo llamó y le dijo “general Cheyre le vamos a decir a la gente que el Ejército no bajará de la montaña hasta bajar todos los cuerpos. Si mi presidente, respondió”.

Luego del fatídico día, integrantes de la Compañía Andina que iba atrás de la de Morteros, porque los segundos tenían menos experiencia, relataron que veían a sus compañeros sepultados en la nieve. “Una mano en una parte y el fusil clavado en la otra, era estremecedor y ellos seguían avanzando”, detalló.

De igual forma, un sargento de Carabineros de Antuco relató que el día anterior a la tragedia, cuando bajó otra compañía, se ofreció a llevar en la camioneta a los más afectados y el capitán se negó. En su relato precisa que iba gente sufriendo, que estaban mal y se apoyaban de sus compañeros.

Otra mala decisión

Como si lo acontecido no hubiese sido suficiente, Schwartzmann recordó que para el funeral de los 13 primeros muertos por a alguien del Ejército se le ocurrió que salieran las carrozas junto a los soldados sobrevivientes. “Vimos en esa puerta del regimiento a gente que lloraba a sus muertos y otros que gritaban de alegría porque veían a sus hijos con vida”.

Revisa la entrevista íntegramente a continuación: