“De acuerdo a la declaración de testigos presenciales del mismo día 15 (de agosto), como también el informe que realiza la SIAT de Carabineros, el menor habría cruzado de forma intempestiva”. Con esas palabras se refirió el fiscal, Octavio Stuardo, al accidente en el que perdió la vida Juan Pablo Rojas Pereira (16).

El hecho se registró la tarde del jueves pasado en la avenida Alberto Hurtado a la altura de Chacabuco, en cercanías de un supermercado y del skatepark. Allí, el menor fue alcanzado por una camioneta de gran envergadura, marca Ford.

El violento impacto lo dejó en riesgo vital. Inmediatamente personal de emergencia lo llevó al Hospital Regional de Concepción, donde pese a los esfuerzos -y debido a sus graves heridas- falleció a eso de las 23:00 horas de ese mismo día.

Esta mañana se realizó una breve audiencia de formalización, que no se prolongó por más de 12 minutos, ocasión en la que se reveló este nuevo antecedente y en la que se le imputó al acusado el cargo de conducción bajo la influencia del alcohol, sin atribuirle, con los antecedentes que maneja hasta ahora, las causas de la muerte de Juan Pablo.

“Los hechos que estamos investigando es por conducir bajo la influencia del alcohol. Respecto al fallecimiento del menor también se va a investigar”, explicó el persecutor.

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“De acuerdo a la declaración de testigos presenciales del mismo día 15 (de agosto), como también el informe que realiza la SIAT de Carabineros, el menor habría cruzado de forma intempestiva delante del vehículo conducido por el imputado”.
- Fiscal Octavio Stuardo

En tanto, el defensor Rodrigo Campos, indicó que su representado no ha sido relacionado directamente con la muerte del joven, ocurrida, la noche del jueves recién pasado y resaltó la maniobra imprudente realizada por el skater.

El conductor, cuyo nombre el tribunal prohibió entregar, marcó 0.75 en el alcotest, al borde del estado de ebriedad, y como en su contra no se solicitaron medidas cautelares, salió libre, aunque debió esperar media hora para abandonar el juzgado en un vehículo particular.

Quienes sufrieron la ira de los jóvenes que aguardaban en el exterior del tribunal, fueron los siete familiares del imputado, a quienes el grupo siguió de forma violenta. Algunos recibieron golpes de pie, puño y hasta pedradas, ante la débil intervención de Carabineros, que dispuso de urgencia un carro para socorrer a los agredidos, mientras arrancaban por la calle.

No hubo detenidos por los desórdenes públicos ni las agresiones.

Se otorgaron tres meses de plazo para investigar.