Por graves incumplimientos asociados a la operación de la central hidroeléctrica Ralco, la Superintendencia de Medio Ambiente formuló cargos a Enel Generación. Se le acusa de funcionar por más de 20 años sin ejecutar la reforestación que comprometió por la inundación de más de mil 700 hectáreas en Alto Bío Bío.

El expediente sancionatorio iniciado por la Superintendencia de Medio Ambiente, afirma que la empresa no ha cumplido con la ejecución de las medidas de reforestación asociadas a la operación del proyecto.

Habiendo transcurrido más de 20 años desde la aprobación de la resolución de calificación ambiental en 1997, faltan aún 686 hectáreas en las regiones del Bío Bío y La Araucanía, dice la SMA y asegura que la reforestación es una de las medidas más relevantes para hacerse cargo del principal impacto del proyecto, que es la inundación.

Se estimó que es una infracción grave a la RCA el no efectuar satisfactoriamente este compromiso asociado a la afectación de 1.895 hectáreas de bosque nativo, principalmente roble, raulí y coihue, debido a la construcción y operación de la central Ralco.

También califica como grave el segundo incumplimiento, y que dice relación con que Enel no informó a la Superintendencia durante 2017 y 2018 el caudal ecológico restituido por la central

Con estas infracciones, en el procedimiento sancionatorio la generadora se expone a la revocación de la resolución de calificación ambiental, la clausura del proyecto o una multa de hasta 5 mil UTA, según confirmó Emelina Zamorano, jefa de la oficina regional de la SMA.

Luego de ser notificado de este expediente, Valter Moro en representación de Enel, solicitó una ampliación de los plazos para hacer descargos y para presentar un programa de cumplimiento, lo que fue acogido por la SMA.

Tras consultas de Radio Bío Bío, Enel puntualizó que trabajará para presentar a la autoridad un programa de cumplimiento, herramienta con la que buscarán subsanar los puntos detectados por el órgano fiscalizador.

Desde 2014 se vienen realizando por este caso inspecciones ambientales en terreno de la superintendencia, en conjunto con Conaf, el Sag y el Consejo de Monumentos Nacionales.

Entre otras situaciones, se estableció que entre diciembre de 2012 y julio de 2015, el proyecto operó más de la mitad del período bajo la cota de nivel mínimo normal, lo que indicaría que no se ha ejecutado correctamente la regulación de los niveles del embalse que permitiría tener una franja árida controlada en los bordes del lago.

La SMA estima que de las 695 hectáreas pendientes de reforestación, unas 400 fueron plantadas en la región de La Araucanía sin éxito, ya que no lograron el porcentaje de prendimiento establecido en los planes de manejo de Conaf.