La Brigada de Homicidios de la PDI en Los Andes, junto con Fiscalía, se refirieron a la dinámica de los hechos del fallecimiento de un niño de dos años que murió tras ahogarse en la piscina de su casa en San Felipe, en la región de Valparaíso.
Por instrucción del fiscal de turno de esa comuna, la brigada llegó al lugar donde falleció el bebé, que se encontraba de cumpleaños.
Habitualmente, el menor después de la hora de almuerzo dormía siesta en la pieza de sus padres y según la PDI, una vez que despertó, abrió el ventanal que daba al patio trasero, cayendo minutos después a la piscina.
Los padres se encontraban trabajando a esa hora de la tarde, por lo que los siete hijos de la pareja estaban bajo el cuidado de un empleado del padre, quien trabajaba al interior de la casa en ese momento. Los otros niños estaban en el living de la casa viendo televisión.
La hermana mayor de 15 años de edad fue la que se dio cuenta de lo que ocurría y sacó a su hermano de la piscina, pero según declaró al propio personal policial, intentó hacer maniobras de reanimación sin tener conocimientos sobre como hacerlo, y no pudo sacarlo del estado de paro cardiorespiratorio.
El subcomisario de la Brigada de Homicidios, Hernán García, se refirió a los esfuerzos del personal de SAMU y aclaró que no corresponde responsabilizar a terceras personas por el accidente.
García señaló que, tras entregarle los antecedentes a la Fiscalía local, el propio organismo resolvió calificarlo como una muerte accidental, ya que la información fue corroborada por todas las personas presentes en el domicilio.