Un grupo de 15 a 16 alumnos del colegio Santa Filomena de Quintero tomó el establecimiento educacional, en señal de rechazo a una nueva intoxicación que afectó a un centenar de personas.

Pese a que las clases fueron suspendidas en todos los planteles educativos de la zona, los estudiantes ocuparon el inmueble, donde izaron banderas negras, para manifestarse en contra de la emergencia ambiental que afecta a la mencionada localidad junto a Puchuncaví.

“Estudiantes unidos jamás serán vencidos”, cantaban esta mañana los movilizados al percatarse de la presencia de la prensa en la escuela ubicada en avenida Francia con Marchant Pereira.

Los jóvenes pasaron la noche en el colegio y durmieron en colchonetas, mientras que los padres les llevaron agua, comida y abrigos.

“Es mejor que empecemos a volver a hacer ruido”, dijo uno de los alumnos ante la nueva intoxicación. El evento se registró a las pocas horas de que los colegios retomaran las clases, lo que obligó a nueva suspensión de las jornadas académicas y a decretar otra vez Alerta Amarilla.

Las autoridades aún no han podido determinar los responsables de la contaminación en la zona que fue calificada por Greenpeace como el “Chernóbil chileno”.