Tres internas de la cárcel de Punta Arenas fueron retiradas del recinto y enviadas a otras cárceles por sus problemas de conducta.

En primer lugar, el traslado de Karoline Pérez se gatilló luego que intentara fugarse del penal el 26 de marzo. En concreto, escaló un muro de casi 5 metros, con lo que llegó al primer anillo de seguridad.

Por su parte, Romina Romero fue enviada a Valdivia debido a que el martes 16 de abril atacó con golpes y agua caliente a Cristel Mansilla, quien se mantiene hospitalizada por las quemaduras que sufrió.

Finalmente, una tercera reclusa, identificada como Camila Vargas, también fue cambiada a un recinto sin especificar producto de “actos de indisciplina” y autoagresiones.

Según afirmó el director de Gendarmería en Magallanes, coronel Luis Muñoz, “nosotros como institución estamos facultados para realizar cualquier tipo de traslado de internos o internas y este traslado obedece netamente por un tema de seguridad penitenciaria”.