El lamentable hecho se registró durante la madrugada del 9 de enero. En varias ocasiones, tanto Sernapesca como vecinos del sector, trataron de trasladar a la elefanta marina al mar, sin éxito. También se intentó relocalizarla, lo cual no se logró debido a su gran tamaño.

La conocida elefanta marina que transitaba en la ruta T-206, en el cruce hacia Corral, murió atropellada durante la madrugada de este domingo 9 de enero, en la región de Los Ríos.

Fue el domingo 11 de diciembre que se dio a conocer la historia de este mamífero. Auditores de Radio Bío Bío comenzaron a alertar de la presencia de un “lobo marino” a la altura del kilómetro 19 del camino entre Valdivia y Paillaco.

En dicha oportunidad, varios conductores bajaron de sus vehículos para intentar socorrer al ejemplar y retirarlo de la vía.

Con el paso de las horas intervino el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), constatando que era una elefanta marina. Esta había llegado hasta el lugar desde la zona de humedales y se encontraba en su proceso de cambio de piel.

Trágico final de la elefanta marina

La ejemplar de unos 400 kilos y casi 3 metros de largo, estuvo rondando el lugar por semanas. Luego se “instaló” en la zanja situada en el terreno de Omar Sobarzo, un vecino del sector.

En conversación con Radio Bío Bío, el hombre comentó que con el paso de los días, la elefanta se movió nuevamente a la zona del humedal. Sin embargo, retornó a la carretera, lo que desencadenó el trágico final.

“Lamentablemente, ella salió del lugar protegido y se dirigió a la carretera principal. Allí fue atropellada. La pusimos en un vehículo de Sernapesca”.

En cuanto al accidente, Sobarzo explicó que, si bien no se conoce con certeza cómo ocurrieron los hechos, el vehículo que dio muerte a la elefanta marina habría intentado esquivar al animal.

“En la parte superior de mi predio hay una entrada donde están muy marcadas las huellas de un vehículo. Esto quiere decir que intentó esquivar al animal”, detalló.

Cabe destacar que la ejemplar fue monitoreada en múltiples ocasiones por personal de Sernapesca.

Al respecto, el encargado nacional de rescate de este organismo, Mauricio Ulloa, explicó que por peso no se pudo efectuar su traslado antes de que sea atropellada.

Mantuvimos un monitoreo constante para resguardar la integridad del ejemplar. En algunas ocasiones, luego de concretado su proceso de muda, intentamos guiarlo a algún canal de los que existen en la zona para que retornara al mar, sin conseguirlo en esas ocasiones. Tampoco se pudo realizar su relocalización dado su gran tamaño“, sostuvo.

Por otra parte, una vez fallecida, la elefanta marina fue levantada por vecinos y funcionarios para entregar su cuerpo a Sernapesca, donde la subieron a una camioneta para hacerse cargo de sus restos.

Finalmente, en una zona con mucha cercanía entre las actividades humanas y el entorno natural, nada descarta que una situación similar y lamentable pueda volver a ocurrir.