Unos 200 cisnes de cuello negro han muerto este año por ataques de lobos marinos en la región de Los Ríos. La sufría podría aumentar por el nuevo modo de ataque que habrían adoptado estos animales.

En julio del año pasado se conocieron las primeras muertes de estas aves por los ataques al interior del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, entre las comunas de Valdivia y Mariquina.

Pero el fenómeno se adelantó este año en mayo, produciéndose un pick de unas 100 muertes en julio, según informó el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).

El encargado del programa de monitoreo del santuario, el científico Eduardo Jaramillo, dijo que a la fecha serían unos 200 ejemplares afectados, incluso agregó que serían más los cisnes muertos, ya que habrían cambiado su forma de ataque, provocando que las carcasas de las aves se hundan en las aguas del lugar.

Por el tema, el Gobierno convocó una mesa multidisciplinaria el año pasado, determinándose que los lobos serían atrapados a través de balsas jaulas y trasladados hacia el zoológico Buin Zoo, en la región Metropolitana.

Lo anterior estaría en duda según la información entregada por el director del Sernapesca en Los Ríos, Leonardo Llanos, quien señaló que los monitoreos se realizarán al menos hasta octubre.

La autoridad descartó que se esté esperando el retiro de los lobos en su etapa de apareamiento, agregando que el monitoreo se realiza en una embarcación arrendada por tres millones de pesos las 80 horas de navegación.