El alcalde de Osorno, Jaime Bertín, descartó de plano abandonar el proyecto y más aún el terreno donde se emplaza el suspendido relleno sanitario en Curaco.

Lo anterior pese a que la empresa ejecutante Servitrans demandó al municipio local por casi seis mil millones de pesos, solicitando la resolución del contrato.

Todo en el marco del complejo escenario judicial comenzado en enero pasado y que marca la relación con la compañía que, además de la construcción del emblemático proyecto para el manejo de los residuos, tiene a su cargo la recolección de los desechos domiciliarios.

El jefe comunal abordó el tema a sólo un día de asumir su cargo tras sus vacaciones. Si bien reconoció que recién lo está estudiando, se mostró expectante ante lo que pudiera venir, principalmente porque el proceso judicial quedó en stand by, luego que el Segundo Juzgado Civil de Osorno validara el acuerdo entre las partes para suspenderlo por 30 días, a contar del 25 de febrero pasado.

Y es que, según develó, hubo conversaciones, principalmente porque retomar el proyecto pasaría porque Servitrans acepte la propuesta del Gobierno Regional sobre las modificaciones de ingeniería necesarias para salvar los problemas en el terreno detectados.

Los que actualmente son la causa de la postergación por casi cuatro años de la iniciativa, que cuesta más de diez mil millones de pesos.

Tras la presentación de la demanda por parte de Servitrans, varios actores públicos salieron a dar prácticamente por finiquitado el proyecto.

De hecho, el intendente Harry Jurgensen sostuvo que el requerimiendo hacía prácticamente imposible que la empresa siguiera con las obras, mientras que consejeros regionales anunciaron que rechazarán alguna nueva solicitud de aumento presupuestario para costear el valor de las obras de ingenierías necesarias.

Sin embargo, también se levantó la idea de buscar otro terreno y generar una nueva iniciativa, debido al largo tiempo de espera para la construcción del nuevo vertedero de la ciudad, las debilidades del proyecto mismo y sobre todo por el alto costo que finalmente podría tener, con todos los suplementos de dineros que ha recibido.

Una opción que para Bertín no tiene salida, pues el actual espacio en el kilómetro cuatro de la Ruta U-400 es el único que existiría en toda la provincia.

La salida final al conflicto, según Bertín, está actualmente entre Servitrans y el Gobierno Regional, pues si llegan a acuerdo por las modificaciones de ingeniería propuestas, el proceso judicial quedaría en nada.

De lo contrario, se contempla que los tribunales sean el nuevo espacio de relación entre la compañía y el municipio de Osorno, se calcula, por lo menos durante seis años.