De rodillas y entre lágrimas, un capellán evangélico que llegó a prestar ayuda a la frontera de Chile con Perú, pidió que los actos de violencia paren y que la gente circule.

Sergio Gómez, un capellán evangélico que llegó a prestar ayuda a la frontera de Chile con Perú, pidió de rodillas que los actos de violencia paren entre los migrantes y las policías.

Recordemos que esta mañana se registraron enfrentamientos con piedras en la Zona de la Concordia, donde una persona de nacionalidad colombiana resultó gravemente herida.

“Paremos esto, dejemos que la gente circule. No podemos seguir así, por favor”, decía entre lágrimas el hombre perteneciente al Cuerpo Diplomático de Naciones Unidas.

Minutos antes, este capellán comentó a La Radio que ha venido en las noches con su esposa y voluntarios a dejar alimentos, principalmente para los niños y embarazadas.

“Está tensa la situación, estamos tratando de calmar los ánimos, y tratar de hacer entrar en razón a los ciudadanos venezolanos, que no lleguen a la violencia. Toda demanda es legítima, pero la idea es no llegar a la violencia”, comentó Gómez.

Recordemos que en este lugar se encuentran cientos de migrantes que intentan pasar al país vecino, sin embargo, no cuentan con la documentación necesaria.