6 mil 420 millones de pesos exigen pescadores artesanales de Cobija, región de Antofagasta, por un derrame de ácido ocurrido hace un año en la zona.

Son 219 pescadores artesanales, recolectores de orilla y buzos, los que interpusieron una nueva demanda por el derrame de ácido sulfúrico ocurrido el 25 de septiembre de 2017, en el terminal de la empresa Michilla Costa.

Cada demandante exige 30 millones de pesos por las pérdidas que sufrieron al verse impedidos de trabajar en la costa y en fondo marino y otros 30 millones por daño moral.

Será este jueves cuando las partes en conflicto se reunirán en audiencia de conciliación por una primera demanda en contra de la empresa señalada en la Corte de Apelaciones de Antofagasta.

Antecedentes de contaminación

Hace un año, el derrame de cerca de 2.400 litros de ácido se produjo ante la fisura de un flexible de transferencia del terminal marítimo perteneciente a Antofagasta Minerals, minera del grupo Luksic, ubicada al norte del balneario Hornitos, en la región de Antofagasta.

“Es una sustancia química corrosiva, que produce vapores altamente tóxicos para el ambiente y la salud de las personas. De hecho, produce quemaduras graves, además de irritar vías respiratorias, oculares y mucosas” explicó Victoria Caroca, Química y Coordinadora del Equipo Científico de Fundación Relaves.

El abogado que representa a los trabajadores, César Barra, recordó que la empresa no alertó a los pescadores de la zona cuando se produjo el derrame de ácido.

“Fueron ellos los que se dieron cuenta cuando sintieron irritación en sus ojos y fosas nasales. La empresa ocultó el hecho y fueron los demandantes los que tuvieron que denunciar a las autoridades”, precisó.

El jurista agregó que “lo que estamos buscando es que se establezca la responsabilidad patrimonial de la empresa responsable del vertimiento de una sustancia claramente tóxica”.

Desde la empresa, en tanto, aseguran que “la filtración fue detectada oportunamente y la compañía detuvo de inmediato la descarga de ácido. Las actividades de descarga de ácido, hasta el día de hoy, se encuentran suspendidas en este terminal”.

Antofagasta Minerals expresó que las demandas “carecen de fundamento y no debieran ser acogidas, ya que no hubo daño ambiental. Esto de acuerdo a los informes entregados por organismos privados y públicos”.

Dichas decisiones judiciales tuvieron como base los distintos informes entregados por los organismos mencionados anteriormente. Considerando los argumentos anteriores, que dan cuenta que no hubo un daño ambiental ni un daño económico a la fuente laboral de los pescadores que presentaron estas demandas, la indemnización solicitada no resulta procedente.

También respondieron a las acusaciones de Barra, con respecto a que “la empresa ocultó el hecho”. “Queremos aclarar que la compañía dio oportuno aviso a distintas autoridades administrativas, entre ellas la Superintendencia del Medio Ambiente, la Seremía de Salud de Antofagasta y la autoridad marítima”, puntualizaron.