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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La Fiscalía mantiene abierta la posibilidad de formalizar al exministro del Interior, Andrés Chadwick, y al exfiscal Manuel Guerra, por presuntas influencias indebidas en decisiones judiciales. La querella de capítulos presentada contra Guerra podría ser clave para nuevas imputaciones. Se busca esclarecer vínculos políticos y gestiones irregulares, apuntando a redes de poder relacionadas con ambos. La investigación continúa abierta, con indicios de que Guerra habría compartido información y orientado decisiones procesales, levantando sospechas de influencia política.

Nuevos antecedentes analizados por la Fiscalía mantienen abierta la posibilidad de una eventual formalización del exministro del Interior, Andrés Chadwick, en una investigación que también involucra al exfiscal regional metropolitano Oriente, Manuel Guerra.

Mensajes, gestiones y vínculos políticos forman parte del análisis que actualmente realiza el tribunal en el marco de la querella de capítulos presentada contra el expersecutor, cuya resolución —programada para el próximo 2 de enero— será clave para definir si la causa avanza hacia nuevas imputaciones.

Desde la Fiscalía se apunta a una nueva ruta investigativa que podría habilitar la formalización de Chadwick, en el contexto de un caso que busca esclarecer eventuales influencias indebidas en decisiones judiciales de alto impacto público.

En la revisión de la querella de capítulos, una parte central de la estrategia ha sido robustecer las aristas que conectarían al exministro con presuntas gestiones irregulares y redes de poder vinculadas a Manuel Guerra.

El fiscal regional de Arica y Parinacota, Mario Carrera, enfatizó que la investigación “no está cerrada” y que existen diligencias en curso que podrían ampliar el alcance del caso.

La acción judicial impulsada por la Fiscalía de Arica pretende demostrar que Guerra —y por extensión las redes políticas con las que se vincula a Chadwick— habría privilegiado intereses de terceros, comprometiendo la objetividad que debe regir la persecución penal.

Carrera explicó que, si bien Andrés Chadwick no aparece directamente en las conversaciones entre Luis Hermosilla y Manuel Guerra, su nombre es mencionado reiteradamente en los chats. “Por eso tiene la calidad de imputado”, sostuvo, agregando que cualquier eventual formalización dependerá del avance de las diligencias y del tiempo.

Según los antecedentes expuestos, Guerra no solo habría compartido información reservada con actores externos a las investigaciones, sino que también habría orientado decisiones procesales y coordinado estrategias en causas de alta connotación pública, levantando sospechas sobre una eventual influencia política, dada su cercanía con el exsecretario de Estado.

En esa línea, la abogada querellante María Inés Horvitz afirmó que los chats entre Guerra y el abogado Luis Hermosilla —en los que se menciona a Chadwick— revelarían “un esquema en el que Guerra habría abandonado su rol de persecutor para actuar como asesor de imputados y autoridades”.

A juicio de la jurista, las conexiones políticas observadas no pueden ser desestimadas al momento de evaluar una formalización más amplia que eventualmente incluya al exministro del Interior. “Chadwick es una pieza importante de este puzzle”, afirmó, apuntando a su rol como autoridad política y a Hermosilla como intermediario de poder.

Finalmente, el fiscal Mario Carrera advirtió que el Ministerio Público aguardará la resolución de la Corte de Apelaciones, que debe pronunciarse el 2 de enero sobre la admisibilidad de la querella, antes de definir los próximos pasos, incluida la eventual formalización de nuevos imputados.