El oficialismo aún acusa el impacto de la derrota. La centroizquierda intenta recomponerse tras el triunfo de José Antonio Kast en medio de un debate interno sobre liderazgos, alianzas y el rumbo político. Paulina Vodanovic evita quedarse en la superficie y apunta a un diagnóstico que incomoda a su propio sector. Su énfasis está puesto en una tendencia que —reconoce— viene de arrastre: la pérdida de conexión con sectores populares que hoy encuentran representación en discursos de derecha dura.

Tras la derrota del oficialismo en las presidenciales, la líder del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, enfrenta uno de los momentos más complejos para su colectividad y para la centroizquierda chilena.

En entrevista con BioBioChile, la senadora —que fue jefa de campaña de Jara en la segunda vuelta— evita personalizar el fracaso electoral, descarta errores estratégicos en la candidatura y plantea que el problema es más profundo: una crisis de representación que ha llevado a sectores populares a identificarse con la ultraderecha.

En la conversación, Vodanovic adelanta un proceso de reordenamiento opositor, defiende una coalición amplia —incluida la Democracia Cristiana—, alerta por la normalización del pinochetismo y fija el tono con el que el PS enfrentará al nuevo gobierno de José Antonio Kast: una oposición institucional pero vigilante y sin alentar la movilización social como estrategia.

Del resultado electoral a la autocrítica estructural

— Usted fue jefa de campaña de la candidata Jeannette Jara en segunda vuelta. A la luz del resultado, ¿qué es lo primero que el Socialismo Democrático y usted en lo personal reconoce que se hizo mal? ¿Faltó autocrítica a tiempo?

Es que yo creo que no hay que mezclar lo electoral de ambas vueltas con otros procesos que tienen que ver con nuestro sector y la baja en la votación que ya veníamos viendo desde antes. Cuando yo ingresé a la campaña ya había una primera vuelta que no tuvo una votación satisfactoria. Y a partir de eso se hizo una evaluación rápida que llevó a cambios dentro de la estructura, partiendo, por ejemplo, porque yo ingresara como jefe de campaña. Fue una evaluación que permitió remontar 16 puntos que es algo bastante importante.

— Sobre la derecha se ha dicho que la primera vuelta presidencial, en la práctica, fueron sus primarias, donde quedó en evidencia el apoyo que tendría el sector. ¿El oficialismo leyó tarde esa estrategia?

No, no es un problema de lectura, es un problema real. Cuando hay una candidatura única, tiene mucho menos espacio para crecer que tres candidaturas o cuatro. Eso se abordó en la campaña de la segunda vuelta con mensajes claros, tomados de otras candidaturas, yendo a buscar esos votos. Pero era una tarea bastante compleja porque es un electorado que no es naturalmente nuestro electorado.

— ¿Qué faltó entonces?

Para esto no soy muy buena, para serle sincera. Decir qué faltó a estas alturas… todos pueden ser generales después de la guerra.

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Yo creo que hay que hacer una reflexión bien profunda del estado de nuestro sector, de por qué las clases populares se sienten representadas por la ultraderecha. Y ese análisis es bien profundo”.
- Paulina Vodanovic

Campaña, gobierno y el peso de la continuidad

El debate sobre si la segunda vuelta terminaría siendo un plebiscito al gobierno de Gabriel Boric cruzó buena parte de la campaña. Para Vodanovic, sin embargo, la discusión va más allá del origen oficialista de la candidatura.

— ¿Esta segunda vuelta terminó siendo un plebiscito al gobierno de Gabriel Boric más que una elección entre dos proyectos?

Bueno, la primera vuelta también fue siempre Boric – Kast. Era la estrategia que tenía Kast y creo que de acuerdo a los resultados que uno puede ver de las últimas elecciones en Chile, va dando resultados.

— ¿Fue un error estratégico llevar una candidatura nacida desde el corazón del gobierno, cuando el clima social pedía algo más que continuidad?

Nosotros tuvimos elecciones primarias y quien ganó es Janet Jara. Ella tiene la legitimidad de haber ganado una elección con todas las características que ella tiene. Por lo tanto, mal podríamos ahora creer que fue un error. Ahora, tendríamos que empezar a cuestionarnos si es bueno el sistema de primaria o es mejor hacer que la primera vuelta sea la primaria, pero esa es otra discusión que habrá que dar también en el futuro.

— Casos como la Casa de Allende, Convenios o caso Monsalve, ¿terminaron por sepultar la continuidad del oficialismo?

Bueno, todos los hechos negativos por supuesto que golpean al gobierno y golpean a nuestro sector. Es indisoluble la ligazón. Y no así lo positivo, porque las cosas buenas no se traspasaban de la misma manera como tantas leyes que van en beneficio de las personas o medidas, como puede ser el copago cero o la propia reforma previsional. Entonces, creo que también ahí hay un tema que habrá que abordar.

Oficialismo en cierre de campaña de Jeannette Jara

El día después: liderazgos y reordenamiento según Paulina Vodanovic

Con el resultado ya sobre la mesa, la discusión se trasladó rápidamente al futuro de la oposición. Más que nombres propios, Vodanovic insiste en la necesidad de recomponer acuerdos y proyectos comunes.

— ¿Quién queda hoy en condiciones reales de liderar a la oposición desde la izquierda? ¿El desafío es reconstruir figuras conocidas o levantar nuevos referentes?

Creo que hay bastante liderazgo dentro del sector y no creo que tenga que haber un solo liderazgo, me parece que hay distintos tipos y todos son necesarios a la hora de construir unidad. Lo más importante aquí, más que las personas, son los proyectos políticos. Si somos o no capaces de construir un acuerdo político en base a hechos esenciales que nos permitan construir una coalición de futuro como quisiéramos.

— ¿Y cómo debiera ser esa coalición? ¿Una coalición amplia o hay sectores con los que definitivamente no ven posible articularse?

Como Partido Socialista hemos señalado que tiene que ser una coalición donde podamos estar todos en base a hechos esenciales. Ahora, eso es algo que todavía es prematuro determinar. Nosotros hicimos una reunión con los presidentes de partidos y adoptamos decisiones orientadas a mantener la unidad más amplia. Reconocimos tambien el trabajo de Jeannette Jara, ya que su derrota es la derrota de nuestro sector. No tiene que ver solo con la candidata, que por supuesto puede haber tenido algunas limitantes como el hecho que se reiteró de ser continuadora del gobierno o militante comunista. Pero es un tema de todo nuestro sector, y la fórmula en la que podemos trabajar en estos momentos, evidentemente es la de la unidad.

El factor PC y el clima ideológico

La campaña presidencial volvió a instalar el debate sobre el anticomunismo y el rol del Partido Comunista en la coalición. Vodanovic no esquiva el tema y apunta directamente a un clima político alentado desde la derecha.

— ¿Hay anticomunismo en Chile?

Bueno, es cosa de leer las redes sociales o escuchar todas las cosas que se decían de nuestra candidata… Evidentemente, hay un sentimiento que además es alentado por la derecha, porque el propio candidato Kast en sus canciones y en sus alocuciones decía ‘sin comunismo’.

— Y mirando a futuro, ¿el Partido Socialista quiere seguir construyendo un proyecto político junto al Partido Comunista?

No es junto al Partido Comunista. Aquí ni la DC, ni el PC, ni el PPD son favoritos. Lo que nosotros hemos propuesto es construir en unidad con todos los partidos políticos, una gran coalición, y evidentemente eso tiene que sustentarse en un acuerdo que no es electoral, porque nos quedan 3 años para las próximas elecciones.

Si somos capaces de construir un proyecto político donde quepamos todos, ahí va a estar el Partido Socialista. Si no es así, habrá que tomar ciertas determinaciones a partir de constataciones que se darán con el tiempo y en los hechos.

— El Partido Socislista, ¿es un partido de masas o de una élite?

Es un partido que tiene una raigambre popular, pero donde la política también ha se ha ido tornando muy de élite. Nosotros, yo al menos, no tengo complejos al decir hay que volver a los a los territorios, a la calle, a estar con la gente, porque creo que nosotros como partido estamos mucho con la gente. Pero sin duda hay causas que antes defendíamos y que hoy día las han ido tomando otros partidos, por lo tanto también ahí hay un tema de la forma, sino del fondo de lo que tenemos que hacer, de cómo llegamos a conectarnos en forma mucho más general con el electorado.

Nuevo gobierno, viejos fantasmas

La llegada de José Antonio Kast a La Moneda reabrió discusiones históricas. Para el PS, advierte Vodanovic, no se trata solo de alternancia, sino de señales preocupantes.

—Por primera vez llega al gobierno una figura que votó Sí en el plebiscito del 88. Se ha dicho que es la generación de Jaime Guzmán la que llega al poder. ¿Qué lectura hace su partido?

Bueno, habla de que este clivaje SI-NO evidentemente ya no es un tema para los chilenos y ahí hay una mirada que también hay que revisar. Recordemos que el año 88 Pinochet sacó el 45% de los votos. Por lo tanto, aquí la derecha nunca ha sido débil ni ha desaparecido.

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Pero hoy día hay quienes reivindican no solo la figura de Pinochet, sino también la violación a los Derechos Humanos. Yo creo que esp es algo que nos tiene que preocupar a todos como sociedad, no solo a la centro-izquierda.
- Paulina Vodanovic

– Pero ¿cómo lo sienten ustedes como partido? ¿Les duele? ¿Les llama la atención?

Es algo que hay que analizar en profundidad, porque particularmente las violaciones a los derechos humanos que son reivindicadas o defendidas, es algo que nos preocupa, pero que no debiera preocuparnos solo a un sector del país, tienen que preocuparle a todos.

El rol opositor y la calle

– ¿Existe realmente temor frente al gobierno de Kast o se ha sobredimensionado? Y en sentido, ¿cómo se van a plantear ustedes como oposición? ¿a qué temas van a poner especialmente atención?

Como dijo nuestra candidata, vamos a hacer una oposición propositiva, pero también vigilante y exigente, así que vamos a estar muy atentos a lo que haga el gobierno con un ánimo colaborativo y esperaremos cómo se va a desarrollando.

— Se habla mucho de que los derechos sociales están en riesgo. Si así fuera, ¿deben defenderse también desde la movilización social?

Hay que hacer la defensa desde la política, desde lo que es la esencia de la democracia que es el parlamento. Es ahí donde nosotros tenemos que organizarnos y ser capaces de defender los derechos conquistados hasta ahora.

— Se lo pregunto por los dichos de los hermanos Kaiser sobre una ‘alta probabilidad’ de nuevos estallidos…

No hay que estar alentando (ese tipo de escenarios). Nosotros hemos fijado nuestra línea con claridad y no estamos por alentar movilizaciones, sino por estar atentos, vigilantes y no permitir retrocesos.

***

Sin estridencias, Paulina Vodanovic deja claro que el Partido Socialista no pretende reaccionar a la derrota con gestos desesperados ni con nostalgia. La apuesta, insiste, es asumir que algo se quebró en la relación entre la izquierda y parte de la ciudadanía, y que ese quiebre no se repara solo con un cambio de rostro ni con un ajuste comunicacional.

Mientras el nuevo gobierno comienza a tomar forma y sectores de la derecha celebran sin complejos su retorno al poder, el PS se prepara —afirman— para una oposición más vigilante que complaciente y más institucional que callejera.