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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La Superintendencia de Educación Superior presentó su Tercer Estudio de Salud Financiera sobre Gastos y Costos en la Educación Superior 2012-2024, destacando el aumento del gasto promedio por estudiante a 4,5 millones de pesos anuales en 2024. Se evidencian brechas significativas entre distintos subsectores, con las universidades estatales liderando el gasto. Además, se identificaron 25 instituciones con salud financiera vulnerable, que representan el 20,3% del total analizado. El informe destaca que las remuneraciones representan cerca del 59% del gasto total del sistema, con diferencias marcadas entre las instituciones. El superintendente José Miguel Salazar resalta la diversidad de realidades en la educación superior y la capacidad de recuperación del sistema post-shock pandémico.

La Superintendencia de Educación Superior (SES) presentó este viernes los resultados de su Tercer Estudio de Salud Financiera sobre Gastos y Costos en la Educación Superior 2012-2024. El documento ordena, transparenta y compara la estructura de gastos del sistema. Incorpora cruces de información con datos de matrícula, dotación académica y niveles de acreditación de las instituciones.

El estudio se construye con la información de los estados financieros auditados que las instituciones presentaron a la Superintendencia. En esa línea, considera los datos de 120 instituciones con matrícula activa.

La presentación del informe culminó con un análisis de un panel de expertos. Lo integraron Sonia Suárez, economista del BID especializada en educación; Cristóbal Villalobos, subdirector de CEPPE UC; y el economista Carlos Cáceres.

Costo promedio por alumno y las brechas del sistema

Uno de los resultados centrales del estudio es el gasto promedio por estudiante. Este indicador muestra cuánto invierte, en promedio, cada institución en la labor formativa.

En 2024, el gasto total promedio por estudiante alcanzó los 4,5 millones de pesos anuales. Esta cifra representa un aumento significativo respecto de los 2,9 millones registrados en el año 2012.

El promedio, sin embargo, esconde brechas profundas entre los distintos subsectores de la educación superior. Las universidades estatales lideran el gasto con 8,2 millones por estudiante al año.

Les siguen las universidades privadas pertenecientes al CRUCh, con 7,2 millones. Las universidades privadas no CRUCh presentan cifras cercanas al promedio del sistema. Mientras que el sistema técnico-profesional exhibe los niveles más bajos, entre 2 y 2,3 millones de pesos por estudiante.

Matrícula en instituciones con salud financiera vulnerable

El estudio entrega un dato clave sobre la evolución de la matrícula en instituciones con salud financiera vulnerable. Esta clasificación identifica a las entidades con un mayor deterioro financiero.

En la clasificación del año 2025, 25 instituciones se ubicaron en esta condición. Esto equivale al 20,3% del total analizado. El grupo lo componen 10 universidades, 8 institutos profesionales y 7 centros de formación técnica.

El impacto en la matrícula total, no obstante, es relativamente acotado. Los estudiantes asociados a estas instituciones suman 42.741 personas. Esta cifra representa solo el 3,3% de la matrícula total de pregrado del sistema.

De ese total, 29.579 estudiantes pertenecen a universidades, 9.100 a institutos profesionales y 4.062 a centros de formación técnica. El estudio da cuenta de una caída sostenida de esta matrícula en comparación con años anteriores.

El peso abrumador de las remuneraciones en el gasto

Al observar la estructura del gasto, el estudio constata un hecho contundente. En 2024, el sistema destinó aproximadamente 6,2 billones de pesos en gasto total.

De ese monto, 3,7 billones correspondieron a remuneraciones. Otros 1,8 billones se destinaron a gastos de administración y ventas, y cerca de 576 mil millones a otros gastos operacionales.

En términos porcentuales, las remuneraciones representan cerca del 59% del gasto total. Existen, sin embargo, diferencias relevantes según el tipo de institución que se analice.

Las universidades estatales destinan el mayor porcentaje, con casi un 69%. Las universidades privadas y las privadas CRUCh se sitúan entre el 55% y el 58%. En el subsistema técnico-profesional, la proporción fluctúa entre el 49% y el 53%.

Declaraciones y perspectiva integral del sistema

El superintendente de Educación Superior, José Miguel Salazar, enfatizó una de las conclusiones del informe. “No existe una sola educación superior en Chile, sino múltiples realidades conviviendo bajo un mismo marco regulatorio”, señaló.

Agregó que “aunque persisten instituciones con fragilidad financiera, la proporción de estudiantes expuestos ha disminuido”. También afirmó que “el sistema, en su conjunto, muestra capacidad de recuperación tras el shock vivido entre 2019 y 2021, producto de la pandemia”.

“Más que entregar diagnósticos cerrados, este informe busca transparentar cifras, ordenar comparaciones y aportar evidencia para una discusión informada”, añadió.

Finalmente, subrayó que el estudio aporta a la discusión sobre “financiamiento, calidad y sostenibilidad de uno de los sectores más relevantes para el desarrollo del país”.

Revisa el comunicado del Estudio de Salud Financiera SES, aquí: