El expresidente de Bolivia, Evo Morales, amenazó con una movilización nacional en ese país, en rechazo al fin de la subvención de los combustibles, implementada por el mandatario Rodrigo Paz.
Morales fue más allá e incluso dio como plazo final el próximo lunes, para que el recorte no se lleve a cabo.
Morales (2006-2019) manifestó esta postura durante una reunión en el Trópico de Cochabamba, su bastión político y sindical en el centro del país, en la que participan los sindicatos de cocaleros de esa zona que el político sigue dirigiendo.
El exgobernante remarcó que si Paz no revierte sus medidas de ajuste económico hasta este fin de semana, habrá una “movilización” con el objetivo de “defender la economía popular”.
“Hemos decidido el día lunes estamos saliendo de cada sindicato 20 % (de integrantes) a Cochabamba (centro) a una marcha. Compañeros, podemos ganar esta batalla, podemos parar, todo el pueblo está enojado”, dijo Morales.
Los sectores afines al exgobernante están reunidos en la localidad de Entre Ríos, en el Trópico de Cochabamba, con ocasión del ‘Día de la Revolución Democrática y Cultural’ que recuerda su primera victoria electoral hace dos décadas y también para discutir temas internos.
Según Morales, “sobran razones” para las movilizaciones porque, según dijo, “los millonarios no pagan impuestos y, claro, los pobres siguen pagando impuestos”.
El exmandatario permanece en el Trópico de Cochabamba desde finales de 2024 bajo el resguardado de sus seguidores, para evitar ser capturado por un caso de supuesta trata agravada de personas, por una relación con una menor edad con la que presuntamente tuvo un hijo mientras era presidente de Bolivia.
Evo Morales amenaza con protestas en Bolivia
A finales de 2010, el Gobierno de Morales emitió un decreto que incrementó el costo de los principales combustibles entre un 57 % y 82 %, aunque luego tuvo que recular ante la ola de protestas de diferentes sectores sociales.
En meses pasados, el exgobernante expresó varias veces que era necesario levantar la subvención de los combustibles, aunque de manera gradual.
El decreto 5503, emitido el miércoles por Paz, estableció precios de 6,96 bolivianos (un dólar) por litro de gasolina especial, 11 bolivianos (1,58 dólares) para la gasolina premium y 9,80 bolivianos (1,40 dólares) para el diésel, entre otros.
Esto supone incrementos del 86 % para la gasolina y del 162 % para el diésel respecto al costo subvencionado que estuvo vigente por más de 20 años y que, según el actual Gobierno y algunos expertos, ya era insostenible en el escenario de crisis que vive el país.
Esta decisión va acompañada por otras medidas, como el incremento del salario mínimo, de 2.750 a 3.300 bolivianos (395 a 474 dólares), el aumento de los bonos a los estudiantes del sistema público y de la renta para adultos mayores sin aportes a la seguridad social.
Este viernes los sindicatos de transportistas de La Paz y la vecina ciudad de El Alto mantienen una huelga con protestas en las calles por el retiro de la subvención y anticiparon que el sector alista protesta nacional desde el lunes si el Gobierno de Paz no retrocede.
También esta jornada la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor entidad sindical del país, anunció una huelga indefinida contra el decreto.
El ministro de Obras Públicas, Mauricio Zamora, afirmó que el levantamiento del subsidio “es una media de emergencia para garantizar un abastecimiento, cortar las mafias y evitar un colapso de la economía” y convocó a los transportistas a dialogar.
El Ejecutivo de Paz afirmó que no retrocederá en sus medidas puesto que, de mantenerse la subvención, demandaría en 2026 un gasto de 3.500 millones de dólares equivalentes al 6,4 % del producto interior bruto (PIB).