Cuando Natalia vio la oferta para ser examinadora del Simce, le cayó como anillo al dedo: eran solo 4 días de trabajo, contaba con las competencias suficientes y le pagarían la segunda semana de diciembre, buen momento para recibir un monto extra en un mes de alto gasto. Sin embargo, hoy se ha convertido en un estrés, al haber pasado ya la fecha en la que se suponía debía recibir sus remuneraciones, con las que contaba para comprar la mercancía para su familia. Natalia está cesante, separada y tiene tres hijos, y a pesar de que por contrato debía recibir el pago el día 12 de diciembre, la transferencia no ha llegado, y sus correos son ignorados.
El caso de Natalia está lejos de ser excepcional. Son cientos quienes trabajaron como examinadores o supervisores para las jornadas del Simce de octubre y noviembre de este año y no han recibido el pago comprometido, alegando un incumplimiento de contrato y un silencio por parte de la empresa INFER, encargada de la administración de la prueba.
Esta no es la primera polémica alrededor de este Simce. Recordar que la mañana del miércoles 22 de octubre las redes sociales se llenaron de indignación, con autoridades, apoderados y profesores denunciando que a varios colegios de la capital no llegaron los examinadores para que los alumnos de 8vo básico rindieran la prueba del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce), que llevaban meses preparando.
Así, fue la misma Agencia de Calidad de la Educación –dependiente del Ministerio de Educación (MINEDUC)– quienes confirmaron la existencia de problemas, la reprogramación de las pruebas en los cursos afectados y el análisis para cursar las multas y sanciones respectivas al proveedor.
Quien debía administrar la rendición de la prueba en la ocasión, era la empresa Ingeniería e Inversiones Fernández Limitada (INFER), acusada por la Agencia de Calidad de la Educación de no haber cumplido con lo establecido en las bases de la millonaria licitación.
Los pagos pendientes del Simce
Dos meses después, los problemas siguen con el nuevo incumplimiento de contrato: el no pago a cientos de examinadores que sí asistieron a realizar su trabajo, con montos pendientes que oscilan entre los $150.000 y los $500.000.
Así ha sido denunciado por diversos residentes de las regiones de Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó y la Región Metropolitana –regiones en las que administró el Simce la empresa INFER– quienes esperaban a más tardar el 12 de diciembre obtener las remuneraciones por el trabajo rendido, como indicaba el contrato. Específicamente, el documento informaba que los valores pactados “se pagarán 30 días después de finalizada la última aplicación, siempre y cuando ‘el prestador’ realice favorablemente las actividades señaladas en el presente contrato”.
Aunque la aplicación complementaria del proceso finalizó el 28 de noviembre, la regular terminó el día 12, quejándose los examinadores que ya debiesen haber recibido su pago hace cuatro días ya que ellos no fueron parte de los que tuvieron que participar en la aplicación recuperativa.
Habiendo consultado hace unos días, desde el correo de soporte de la empresa indicaron lo siguiente:
“Considerando que la aplicación regular finalizó el 12 de noviembre y la aplicación complementaria concluyó el pasado 28 de noviembre, los procesos de revisión y cuadratura de asistencia se han estado ejecutando de manera continua para abarcar ambos periodos.
En virtud de lo anterior, les informamos que el proceso de pago se inició formalmente el día 12 de diciembre y se encuentra actualmente en curso de manera progresiva. Durante los próximos días se estarán liberando diariamente las nóminas de transferencia.
Queremos transmitirles tranquilidad: si su pago no se ve reflejado de inmediato, este será cursado en los días sucesivos, dado el volumen de verificaciones entre la fecha regular y la complementaria. Para esto, es fundamental que verifiquen que su boleta de honorarios cumpla con los requisitos establecidos en la plataforma”.
La respuesta, lejos de transmitir tranquilidad a quienes exigen el pago, aumentó la molestia, por la falta de certezas respecto a la real fecha de pago y la diferencia con lo estipulado en el contrato.
A pesar de llamar y mandar correos, los examinadores no han obtenido alguna respuesta clara. Hoy, quienes reclaman acusan que incluso dejaron de contestar sus correos, con la incertidumbre de si efectivamente recibirán sus pagos. Incluso, una de las denunciantes comentó a Radio Bío Bío que fue presencialmente a las oficinas de INFER en Ñuñoa –a la dirección respecto a la cual hicieron las boletas de honorarios– y se habría encontrado con los empleados empacando la oficina, indicando que se van de ahí.
“El hecho de que no paguen cuando correspondía me deja en una incertidumbre tremenda porque no solo no te pagan, sino que, además, no te dan una respuesta clara y precisa. Tú llamas y te dicen ‘es que no tenemos más información’, ‘es que como están las cosas te puede llegar el pago en enero y no podemos hacer nada nosotros’. No te dicen dónde más contactarte y solo ponen parches a la situación mandando correos genéricos. Independiente del monto que sea, es un servicio que nosotros entregamos y donde nos están vulnerando al no pagarlo en la fecha que se programó”, comentó otra reclamante en conversación con Radio Bío Bío.
Consultados vía telefónica, desde la empresa INFER rechazaron responder a las denuncias.
Consultados por Radio Bío Bío, desde la Agencia de Calidad de la Educación indicaron que la responsabilidad de los pagos y plazos depende exclusivamente de INFER:
“El contrato con la empresa INFER para la aplicación del Simce 2025 se realiza en función de los productos entregados con su correspondiente recepción conforme, lo que requiere un exhaustivo análisis de dichos productos para asegurar el buen uso de los recursos públicos.
Es importante señalar que la Agencia de Calidad de la Educación ha cumplido con todos los plazos establecidos por las bases de licitación, a lo que se suma un seguimiento de los procesos de pago a proveedores y los medios de verificación de lo realizado. De todas maneras, se precisa que no existe relación contractual, laboral ni de subordinación alguna entre la Agencia y examinadores, ni intervención de esta en la definición de sus condiciones de prestación de servicios.
En consecuencia, cualquier calendarización o modalidad de pago a los examinadores es definida de manera exclusiva por el proveedor”.
Enviando corrección, espere un momento...
