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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Banco de Japón (BoJ) elevó los tipos de interés a 0,75%, su nivel más alto en tres décadas, ante la reducción de la incertidumbre sobre aranceles estadounidenses y el aumento salarial previsto para el próximo año. Este aumento se da en un contexto de crecimiento de la inflación en el país, con un incremento del 3% en noviembre. El BoJ espera que el índice de precios de consumo alcance gradualmente su meta del 2%, manteniendo las tasas de interés negativas para impulsar la actividad económica.

El Banco de Japón (BoJ) decidió este viernes subir hasta el 0,75% los tipos de interés de referencia a corto plazo, al término de su reunión mensual sobre política monetaria, el nivel más alto en tres décadas en el país asiático.

El BoJ optó por elevar esta tasa por primera vez desde el pasado enero, fijada hasta ahora en el 0,5%, señalando que la incertidumbre en torno a los aranceles estadounidenses se ha reducido y hay señales de aumento salarial “de forma constante” el próximo año, según un comunicado.

El aumento de los tipos llega en un contexto de crecimiento de la inflación en Japón. Los precios aumentaron un 3% el pasado noviembre, al igual que el mes anterior, según datos publicados este viernes por la Oficina de Estadística del Ministerio del Interior y Comunicaciones.

Banco de Japón sube los tipos de interés

No obstante, este nuevo incremento de los tipos de interés, previsto por la mayoría de analistas, responde a una evolución del índice de precios de consumo (IPC) que el BoJ espera que se sitúe gradualmente en su meta del 2%.

“Se espera que las tasas de interés reales se mantengan significativamente negativas, y las condiciones financieras acomodaticias seguirán impulsando firmemente la actividad económica”, indicó el BoJ.

El banco central dejó además la puerta abierta a futuras subidas de la tasa de interés de referencia “en función de la mejora de la actividad económica y los precios”.

Gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda: Franck Robichon |EFE

Tras décadas de deflación en la cuarta mayor economía global, el ciclo de crecimiento pesa sobre los hogares del archipiélago, y tanto el BoJ como el Gobierno de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, han prometido atajar la inflación.

El Parlamento dio luz verde recientemente a un presupuesto suplementario para 2025 valorado en 18,3 billones de yenes (más de 100.000 millones de euros), clave para poner en marcha un ambicioso paquete de estímulos para hacer frente a los efectos de la persistente inflación e impulsar la estancada economía japonesa.

Analistas han advertido, no obstante, que un alza de tipos en Japón podría afectar al llamado ‘carry trade’, el endeudamiento en yenes de numerosos inversores para comprar activos más rentables denominados en otras divisas.