La candidata independiente al Senado por la región Metropolitana asegura que ninguno de los siete aspirantes a La Moneda la representa y que "ojalá hubiera habido un candidato del pueblo, de la gente". Además, reiteró que el Gobierno jamás la ha llamado tras el impacto de una bomba lacrimógena en su rostro en 2019, hecho por el que perdió totalmente la visión.

En noviembre de 2019, la vida de Fabiola Campillai dio un brusco giro. Tras ser impactada por una bomba lacrimógena en su rostro cuando se dirigía a su trabajo en San Bernardo, resultó con la pérdida total de su visión.

Hoy, recuperada de sus graves lesiones en pleno estallido social, aspira a ocupar un puesto en el Senado por la región Metropolitana. En entrevista con EFE, la candidata relata el proceso judicial de su caso y los avances de su campaña parlamentaria.

Campillai, de 38 años, inició una carrera como independiente al Congreso. Según explica, aunque el sistema electoral no beneficia a este tipo de postulantes, quiere estar “libre de favores que luego tengamos que pagar legislando”.

—¿Por qué ha decidido dar el salto a la política y competir por un escaño en el Senado?

Mi objetivo principal es llegar a senadora y, desde ahí, legislar para la gente, para el pueblo y con el pueblo. Estamos cansados de que esto solo sea para algunos pocos, el pueblo siempre sale perdiendo. Mi motivación es cambiar el sistema neoliberal que hasta hoy rige y que esto sea más equitativo.

—De salir elegida, ¿cuáles van a ser sus principales batallas?

Los derechos humanos son lo primero, no solo por lo que me pasó a mí, sino por las violaciones sistemáticas que se han dado desde 1973. La gente, de alguna manera, sigue siendo violentada por el sistema. También queremos justicia para todos, no puede ser que casos como el mío se demoren años. Si yo tuviera dinero, mi caso ya se habría juzgado.

También vamos a pelear por la vida digna, los derechos de las mujeres y el derecho a la salud. Vivimos en poblaciones, sabemos lo que necesita la gente.

Elvis González | EFE

“La gente quiere cambios”

—La Fiscalía acusó al excapitán Patricio Maturana como autor el disparo y pidió 12 años de cárcel, pero usted ha dicho que aún no hay fecha para su juicio, ¿en qué punto exacto está el proceso?

La investigación se había cerrado, pero el Consejo de Defensa del Estado pidió reabrirla porque faltó periciar el computador donde bajaron las imágenes de las cámaras que llevaban los agentes. Yo creo que el juicio no será hasta el año que viene.

—¿Tiene fe en la Justicia?

Hay veces que uno no la tiene… En estos momentos estamos ahí, entre sí y no. Es mucho tiempo lo que se está demorando la investigación, pese a que hay más de 400 pruebas.

—Hace un año, cuando le hicimos otra entrevista, dijo que el Gobierno no se había puesto en contacto con usted, ¿sigue sin recibir esa llamada?

Sí, el Gobierno jamás nos ha llamado y ya no esperamos nada de ellos. Seguimos adelante solos.

—Para muchas personas es una suerte de heroína, un símbolo de la violencia policial y tiene seguidores por todo Chile, ¿cómo ha sentado su candidatura?

Siento a la gente contenta, que me apoya. Lo vimos con los patrocinios, se necesitaban 13.650 firmas para inscribir la candidatura y llegamos a 15.400. Hubo mucha más gente de la que esperábamos, eso significa que la gente quiere cambios.

Elvis González | EFE

“Libre de mochilas”

—Se ha especulado mucho sobre sus apoyos políticos y económicos, ¿quién esta detrás de Fabiola Campillai?

Detrás mío hay personas como yo, humildes, sencillas, honestas. No tengo apoyos de ningún empresario porque vamos al Senado sin mochilas, libres de favores que luego tengamos que pagar legislando.

—¿Cómo va a ser su campaña?

Entendemos muy bien que este país no está para gastos, con la pandemia, el estallido social y con este presidente que tiene la “embarrá”. No podemos darnos el lujo de gastarnos tanto dinero, por eso queremos hacer una campaña diferente, desde la gente, desde los territorios. Queremos demostrar que con poco dinero se puede hacer una buena campaña. Queremos volver a encantar a la gente, las últimas elecciones han tenido muy poca participación. Queremos que los jóvenes voten y que sientan que esto se puede cambiar.

—El ambiente político está muy polarizado y los candidatos no paran de tirarse los trastos unos a otros, ¿no le da miedo el juego sucio de la política?

No me da miedo a mí ni a la gente que está conmigo. Gracias a Dios voy con las manos limpias. Quiero dejar atrás el haber sido una víctima sobreviviente e ir con mucha fuerza al Senado.

—El próximo 18 de octubre se cumplen dos años del estallido social que puso contra las cuerdas la institucionalidad chilena y que gatilló el actual proceso constituyente, ¿cómo ve al Chile de hoy?

El Chile de hoy está más empoderado, la gente ya no tiene miedo. La pandemia ha sido muy dura, pero el pueblo ha cambiado para mejor y van a seguir en la lucha, venga el presidente que venga.

—¿Tiene algún favorito para La Moneda?

No, ninguno nos representa.

—¿Ni siquiera el diputado izquierdista y exlíder estudiantil Gabriel Boric, que encabeza todas las encuestas?

Menos. Ojalá hubiera habido un candidato del pueblo, de la gente. Ellos no nos representan y creo que no soy la única que piensa lo mismo.