A 10 años del accidente en Juan Fernández, abogados de los familiares de las víctimas del CASA 212 piden que la Corte Suprema amplíe indemnización a hermanos de los fallecidos.

A las 14 horas con 51 minutos del 2 septiembre de 2011, un avión Casa 212 despegó desde el Grupo 10 de la Fuerza Aérea de Chile.

Un vuelo con rumbo a Juan Fernández donde iban 21 personas: el animador de televisión, Felipe Camiroaga; sus compañeros de TVN, Roberto Bruce, Rodrigo Cabezón, Carolina Gatica y Sylvia Slier. También el líder de Desafío Levantemos Chile, Felipe Cubillos; el gerente general, Joaquín Arnolds; y los voluntarios Sebastián Correa, Catalina Vela, Joel Lizama y Jorge Palma.

En el vuelo también iban las funcionarias del entonces Consejo de las Culturas y las Artes, Romina Irarrázabal y Galia Díaz.

Desde la Fuerza Aérea iban los tenientes Carolina Fernández, Juan Pablo Mallea; el sargento Eduardo Jones; el cabo primero Eduardo Estrada; los cabos segundos, Flavio Oliva, Erwin Núñez; el Comandante Rodrigo Fernández y el periodista José Cifuentes.

A las 16 horas con 48 minutos, el Casa 212 intentó hacer el primer aterrizaje a la pista del aeródromo de Juan Fernández. 7 minutos más tarde, el avión de la Fuerza Aérea de Chile desapareció.

El Grupo 10 de la FACh se convirtió en el punto de reunión de las autoridades y familiares de los pasajeros del avión. Una de las primeras declaraciones oficiales fue la del ministro de Defensa, Andrés Allamand, quien era cuñado de uno de los ocupantes, Felipe Cubillos.

El secretario de estado sostuvo: “Quisiéramos que estuvieran con vida todas las personas que se encontraban en el avión, pero el escenario que enfrentamos es particularmente adverso”.

La misión era solidaria: ir a Robinson Crusoe a inaugurar la escuela que había sido reconstruida tras el tsunami que afectó a la isla el 27 de febrero de 2010.

Aristas judiciales abiertas

Tras los 10 años de la denominada tragedia de Juan Fernández, se han revelado una serie de negligencias y dudas de las órdenes que los altos mandos de la FACH dieron para que el avión despegara conociendo que era un riesgo.

No solo eso, sino que un clima cambiante con fuertes vientos que no permitían un aterrizaje seguro ese día.

A una década del accidente, las aristas judiciales aún no están cerradas. En lo penal, el 2014 la ministra en visita, Dobra Lusic, procesó a cinco oficiales de la Fuerza Aérea, a quien se les imputó el incumplimiento de deberes militares, por su presunta responsabilidad en el accidente.

Sin embargo en 2019, el ministro de la Corte de Apelaciones de Apelaciones y presidente de la Corte Marcial, Hernán Crisosto, dejó sin efecto el procesamiento y sobreseyó temporalmente el caso.

En lo civil, en 2020, la tercera sala de la Corte Suprema, ordenó al fisco a pagar 686 millones de pesos a la familia de Joaquín Arnolds. La sentencia del máximo tribunal apuntó a la Fuerza Aérea como responsable de un accidente que se pudo haber evitado.

En julio pasado, la Corte de Apelaciones de Valparaíso ordenó al fisco a indemnizar a los familiares de las víctimas de la tragedia de Juan Fernández. El monto fue de $150 millones a “cada uno de los actores involucrados” por daño moral.

Esto no dejó conforme a los familiares, y llegaron hasta la Corte Suprema.

Piden indemnización a hermanos de víctimas

Juan Carlos Manríquez, abogado de la familia de Felipe Camiroaga y del resto del equipo de TVN, enfatizó que sin duda la resolución de la Corte de Apelaciones de Valparaíso fue un avance, pero que la Corte Suprema debe corregir algunos puntos pendientes en material legal para darle reparación a quienes han sufrido tanto.

Maximiliano Delgado, quien representa a Romina Irarrázaval, sostuvo que hubo una vulneración de norma ya que dejaron al margen a los hermanos de las víctimas y que esto debe corregirse.

Hay un recurso de casación también interpuesto en representación de la teniente Carolina Fernández. Esto porque la Corte de Apelaciones de Valparaíso, sostuvo que la responsabilidad única era la maniobra de los pilotos al haber volado a una baja altura y haberse introducido al canal que une la isla Robinson Crusoe con Santa Clara.