Este lunes comenzó el juicio oral contra el suspendido fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, por el delito de violación de secreto. El persecutor renunció a su derecho a guardar silencio, pero el tribunal de Rancagua no autorizó el acceso a la prensa.
En septiembre de 2019, el persecutor fue formalizado tras ser imputado de utilizar su posición para acceder a información de una causa por tráfico de drogas que involucraba a uno de sus sobrinos.
Según la indagación de la Fiscalía Regional de Magallanes, Arias habría pedido a su secretaria la ficha del Sistema de Apoyo a la Operación (SAO) de su sobrino y otra personas más en 2018, información que sólo puede ser conseguida a través del uso de clave o mediante el sistema informático del Ministerio Público.
El fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos, insistió que reveló dos fichas SAO, que contienen información sensible y que estas llegaron a terceros no autorizados.
La defensa de Arias, Cristián Cáceres, insistió en que no se debió llegar a juicio oral, sino que a uno abreviado. Además, sostuvo que esto es netamente una convergencia entre el fiscal nacional, Jorge Abbott, y el persecutor Sergio Moya, quienes -a su juicio- tendrían como enemigo común a Arias.
Cabe recordar que Mota fue quien denunció a su superior, Emiliano Arias. Este último renunció a su derecho de guardar silencio, pero el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua no autorizó a transmitir la declaración.
En los próximos días, declararán el timonel del Ministerio Público, Jorge Abbott, y también el fiscal Sergio Moya.
En el ámbito administrativo, en enero de 2020, el pleno de la Corte Suprema desestimó la solicitud de remoción de Emiliano Arias, presentada por Abbott.
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