La tarde de este martes, la Sala de la Cámara de Diputados despachó al Senado el proyecto de impuesto a los súper ricos. Sin embargo, por falta de quorum, no se incluyó el impuesto de 2,5% al patrimonio de aquellos con fortunas sobre los US$22 millones, lo que de inmediato desató las críticas de la oposición.

Además, tampoco pasarán al Senado el aumento transitorio del tributo de las grandes empresas que perciban más de US$41 millones (del 27% al 30%) ni la disminución del 10% del IVA a los combustibles.

La polémica no sólo se avivó en el bloque opositor, ya que también se cayeron propuestas que había ingresado el oficialismo. Por ejemplo, la idea de repatriación de capitales, que generaba un impuesto del 8% a las personas que quisieran ingresar sus activos desde el extranjero al país.

Así lo hizo ver el diputado de Renovación Nacional, Gonzalo Fuenzalida, quien hizo mención a iniciativas como la eliminación de las exenciones tributarias y facilidades para las familias en cuanto a créditos hipotecarios.

El parlamentario de la UDI, Jorge Alessandri, se mostró satisfecho con la votación y, de pasada, dijo que el proyecto de ley seguirá manteniendo el nombre de impuesto a los súper ricos, pero que sólo tendrá una reducción parcial de una serie de productos en el IVA.

En concreto, la primera reducción del IVA a un 10% afectaría las entregas y adquisiciones de bienes y servicios como alimentos; productos sanitarios; hotelería, restoranes y locales afines; asistencia sanitaria y dental; estética y belleza integral; servicios y establecimientos deportivos; flores y plantas ornamentales; y servicios ofrecidos por empresas funerarias.

La segunda rebaja, que dejaría esta tasa en un 4%, se aplicaría a las entregas y adquisiciones de productos básicos como pan, harina, huevos y leche; libros, diarios y revistas; medicamentos para uso humano, así como las sustancias medicinales y productos intermedios, utilizados en su obtención; prótesis, órtesis e implantes internos para personas con minusvalía; y a la teleasistencia y ayuda a domicilio.

Cabe recordar que todas estas discusiones se realizan para alimentar una política pública que vaya en ayuda de las familias que más han sufrido económicamente a causa de la pandemia derivada del covid-19.