Funcionarios desvinculados de la Secretaría de Planificación de Transporte (Sectra) del Ministerio de Transportes acusaron a la ministra Gloria Hutt de querer debilitar el organismo, para que los proyectos de infraestructura pública sean aprobados sin una correcta evaluación.

La veintena de despidos, registrados el último semestre, se dan en medio de varios proyectos del Ejecutivo.

Más de 6.500 millones de dólares costarían las nuevas líneas 7, 8 y 9 del Metro de Santiago. Está en carpeta también alargar la línea 4 hasta Bajos de Mena en Puente Alto, propuesta que recibió reparos por parte de la Sectra.

Según algunos testimonios, ha habido despidos gatillados sólo por manifestar “peros” a obras de infraestructura pública impulsadas por el Gobierno, en un trabajo que supone evaluar y mejorar los proyectos.

Alan Thomas llevaba 29 años trabajando en Sectra y acusó a la ministra Hutt de querer debilitar el organismo con el fin de que sus proyectos sean aprobados.

Entre las funciones de la Sectra, según reza en su sitio web, se encuentra evaluar socialmente iniciativas de inversión en infraestructura.

Por eso es que el exministro de Transportes, Andrés Gómez Lobo, señaló que el riesgo es que algunas iniciativas se concreten aún teniendo mayores costos que beneficios.

La diputada socialista Jenny Álvarez, miembro de la comisión de Transportes, acusó al Gobierno de querer concretar sus obras a cualquier precio.

Ante todo esto, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, justificó los despidos argumentando que “es difícil trabajar con quienes no lo hacen en la línea con lo que promueve el Gobierno”.

Además, estos exfuncionarios dicen sospechar que este organismo no se está involucrando en los proyectos de Metro por el vínculo marital entre el presidente del directorio del tren subterráneo, Louis de Grange, con la secretaria ejecutiva de Sectra, Gisèle Labarthe.