La última encuesta CEP se tradujo en un aceleramiento, nunca visto, de la carrera presidencial de cara a 2022.

A 15 meses de haber iniciado el segundo gobierno de Sebastián Piñera son varios los nombres dentro de Chile Vamos que están rearmando sus equipos o centros de estudio afines para que trabajen en las propuestas que se le harán a la ciudadanía.

Punto importante para entender la razón de la renuncia de quien, hasta este miércoles, era el superintendente de Educación, el ingeniero comercial Sebastián Izquierdo, el cual percibía cerca de $9 millones y que llevaba apenas 14 meses en el cargo.

El otrora “super” de Educación es militante de Evópoli y cercano al senador por la Araucanía, Felipe Kast, legislador que ha tenido un aumento en los sondeos presidenciales junto a Joaquín Lavín (UDI) y Manuel José Ossandón (RN).

Por ello, Izquierdo desembarcará en los próximos días como director ejecutivo del centro de estudios Horizontal, ligado a Evópoli.

Según corroboraron desde el Gobierno, fue el mismo partido que hizo lobby con La Moneda para que le diera luz verde a la salida, lo que finalmente se materializó ayer miércoles.

Izquierdo tendrá como misión dirigir el trabajo que viene desarrollando el centro de pensamiento y estudio Horizontal principalmente enfocado en el levantamiento de datos e información para la construcción de propuestas.

Aquello podría traducirse en un eventual programa de gobierno para Kast, quien en la última CEP logró un aumento de 4 puntos en la evaluación positiva de la ciudadanía.

El movimiento demuestra cómo las cartas presidenciales ligadas al actual Gobierno afinan motores para la competencia interna que debería partir de la mano de las elecciones de gobernadores regionales, alcaldes y concejales, previstas para el tercer trimestre de 2020.

En su despedida desde la Superintendencia, Izquierdo escribió una carta a los funcionarios, escrito en el que contó que próximamente asumirá “nuevos retos” e indicó que “sin duda la experiencia y lo realizado en la Superintendencia de Educación serán de gran ayuda en el nuevo camino que me espera recorrer”.

En el mismo correo, Izquierdo agregó que durante los 14 meses que estuvo en el cargo pudieron avanzar en “poner a los niños primero, respetando la autonomía de los proyectos educativos, generando diversas acciones concretas que contribuyeron a aquel noble desafío que nos convoca: aportar a la calidad de la educación”.

Sin embargo, quienes conocen a Izquierdo afirman que su salida desde la Superintendencia de Educación la había planificado con tiempo producto de varias tensiones que se arrastraban con la actual titular de Educación, Marcela Cubillos, dando a entender que su tiempo en dicho puesto se había agotado.

El arribo de la secretaría de Estado, el 9 de agosto de 2018, generó un cambio radical al que traía el entonces ministro Gerardo Varela, optando Cubillos por sacarle la agenda comunicacional que había impulsado Izquierdo, ligada a un tema sensible como es el bullying y ciberbullying, para lo cual puso énfasis en la fiscalización y generación de programas.

Es más, BioBioChile logró establecer que el 24 de mayo, durante una cena desarrollada a las 20:00 horas en el Club Militar de Lo Ocurro, Izquierdo había relatado parte del día a día que le tocó enfrentar tras la partida de Varela y llegada de Cubillos a la secretaría de Estado.

En el evento, éste remarcó las diferencias sustantivas en el tipo de liderazgo y un eventual “acaparamiento” de la agenda. En síntesis, explicó que lo desplazó de su rol que tenía, bajo el argumento que era técnico y no político como ella.

Según los presentes en la cena de ese 24 de mayo, Izquierdo anunció que dejaría el cargo dentro de las próximas semanas.

Por esa razón, a quienes trabajaban con él no les causó sorpresa el anuncio de su renuncia ya que estaba preparada desde hace un mes.

Lo único que se recordó en el Mineduc fue la renuncia del secretario ejecutivo de la Agencia de la Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, quien también decidió dar un paso al lado en medio de los cuestionamientos por la estructura comunicacional que instauró Cubillos.

En todo caso, la titular de Educación logró en la última encuesta CEP un 36% de evaluación positiva y un 26% negativa. Números más que positivos para liderar un ministerio que se ha transformado en un dolor de cabeza para los últimos gobiernos.