Por dos días se extendió la gira al norte del país del presidente Sebastián Piñera, que anoche terminó en La Serena, jornadas en donde el foco estuvo puesto en los planes de desarrollo para las regiones. Sin embargo, en sus intervenciones el mandatario generó controversia por su postura en el debate migratorio.

El jueves en Antofagasta y este viernes en Coquimbo, aprovechando la contingencia de la aprobación de la ley de migración, el mandatario agradeció el respaldo de la Cámara Baja a la iniciativa. Y cuando abordó las medidas para la seguridad ciudadana el primer tema que tocó que fue la migración.

Usando un concepto el jueves que generó polémica: abrir las puertas a quienes respetan las leyes, pero cerrarlas ojalá “con machete” a quienes vengan a delinquir.

Para el senador del PPD, Ricardo Lagos Weber, Piñera “usa un lenguaje de odio, que, además de inaceptable para un humanista, no ayuda en nada a ese sector de chilenos que sienten ansiedades y miedos ante a la migración, ya que lo que hace el Presidente es exacerbar sus sustos al criminalizar a los migrantes”.

La diputada del Partido Socialista, Daniela Cicardini, sostuvo que el lenguaje del mandatario busca dejar contenta a la extrema derecha. “Me da vergüenza que el presidente Piñera quiera copiarle el tipo de lenguaje que utilizan presidentes como Bolsonaro o Trump para dejar contentos a un grupito de la extrema derecha que ha comprado ese discurso xenofóbico y racista”, afirmó.

En tanto, el senador de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, dijo que no comprende la molestia porque el presidente use ese tono. “No entiendo a aquellos que se escandalizan porque un presidente tiene mano firma contra la delincuencia, sea esta originada por chilenos o extranjeros”.

En Coquimbo, el presidente Piñera nuevamente abordó el tema migratorio. Criticando el pacto de la ONU y precisando su dicho del machete, matizando con una nueva versión. “Queremos cerrar ‘a machote’, como decía mi abuela, nuestras fronteras a todo aquello que viene a hacernos mal”, enfatizó.

El proyecto de migraciones pasó esta semana al Senado para su discusión y generó la división en los bloques opositores, la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio por los apoyos de la Democracia Cristiana y el Partido Radical a aspectos de la iniciativa.