La mañana de este jueves, Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Fernando Karadima, fue duramente increpado antes de declarar en contra de los arzobispos Ricardo Ezzati y Francisco Javier Errázuriz por presunto encubrimiento de abusos sexuales.

Cruz viajó hasta Rancagua para entregar su testimonio en la Fiscalia de O’Higgins, en el marco de la indagatoria que esta unidad del Ministerio Público lleva adelante.

Antes de hacer su ingreso al recinto, hablando con la prensa, una mujer le gritó: “límpiate la boca para decir delincuente de Ezzati primero (…) harto que lo pasaste bien”. También se le oyó tildarlo de “sinvergüenza”.

Consultado por los medios acerca de qué le parecían este tipo de actitudes, Cruz aseguró que, en su opinión, vienen de personas que no quieren ver “que hay hechos concretos”. “O sea, están todos imputados”, añadió.

“En las vidas de uno, estos hombres han sido verdaderamente unos delincuentes, criminales, no sólo con nosotros, sino que le han destruido la vida a personas… nosotros tenemos amigos que hasta se han suicidado porque esta gente los ha llevado a eso”, lamentó.

“Es entendible que hay gente que está obsesionada. El poder de la Iglesia (…) es tremendo y la forma que ellos tienen de tergiversar la verdad permite que pasen estas cosas. Es comprensible. Hay que vivir con eso no más”, finalizó Cruz, tras lo cual ingresó a la Fiscalía rancagüina.