Este jueves, el excandidato presidencial, exdiputado y exmilitante de la UDI, José Antonio Kast, visitó en Brasil a la carta de la derecha y ultraderecha carioca para la segunda vuelta, Jair Bolsonaro.

En la cita, Kast reveló que le regaló una camiseta de la Selección Nacional de Fútbol, un libro que explica los beneficios de las políticas impulsadas por los Chicago Boys; y que le pidió que -de salir electo presidente- indague los vínculos entre Dilma Rousseff y Michelle Bachelet.

Pero en conversación exclusiva con Radio Bío Bío, Kast detalló que también pudieron discutir temas políticos y económicos que, en su opinión, son de importancia y relevancia para ambas naciones y la región.

“Dentro de la conversación también abordamos el tema de la integración latinoamericana y de la integración comercial“, partió contando el otrora legislador.

No obstante, tal discusión no se llevó adelante “desde el punto de la izquierda bolivariana, sino respecto de tener países fuertes, cada uno individualmente considerados, pero hermanos en distintos aspectos”.

“No queremos una sola nación en Sudamérica. Queremos que cada país respete su nacionalidad, sus valores patrios, pero que puedan tener una gran integración y comercio entre los distintos países”, añadió Kast en conversación con La Radio.

En materia económica y comercial, Kast catalogó como crucial que Bolsonaro lidere a la primera economía de la región para “que Brasil despierte, que Brasil despegue de la destrucción en la que la dejó el gobierno de Dilma y el gobierno de Lula”, sentenció.

“(En relación a estas dos administraciones) Gobiernos muy vinculados con esa izquierda ideológica que fueron los creadores del Foro de Sao Paulo”, una agrupación de movimientos y partidos de centroizquierda e izquierda del continente, fundado por el Partido de los Trabajadores en 1990.

“También vimos que había que buscar una alternativa a ese foro donde participan partidos chilenos, buscando ese concepto bolivariano que destruye la identidad de cada una de las naciones”, finalizó.

Pero esta no es la única visita chilena que el polémico candidato, un militar en retiro, ha recibido esta semana.

La presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, se reunió con él durante la jornada del miércoles a diez días del balotaje, instancia a la cual Brasil llegó luego que Bolsonaro sólo lograra un 46,03% de los votos en la primera vuelta.