Miles de personas marcharon este domingo en Chile a 45 años del golpe militar encabezado por Augusto Pinochet, en una jornada marcada además por los destrozos al mausoleo de Jaime Guzmán, ocurridos tras la manifestación.
Fotografías en blanco y negro con los rostros de asesinados y desaparecidos por la dictadura, encabezaron esta tradicional marcha que año a año se dirige hacia el cementerio general de Santiago donde concluye a los pies de un memorial en el que se inscribieron los nombres de las víctimas de la dictadura que comenzó el 11 de septiembre de 1973.
Hace 45 años, fuerzas militares encabezadas por Pinochet bombardearon el palacio de La Moneda donde se suicidó el entonces presidente socialista Salvador Allende, consumándose un golpe militar que dio paso a una dictadura de 17 años que marcó a fuego a Chile, no sólo por la violencia que desató sino también por la herencia política y económica que dejó.
“Seguimos luchando por verdad y justicia”, indicaba uno de los enormes lienzos junto a las fotografías de los desaparecidos que portaron familiares de las víctimas del régimen que marcharon desde la Alameda, la principal arteria de la capital chilena, hasta el cementerio. Banderas rojas del Partido Comunista y gritos en contra de Pinochet también acompañaron la marcha.
Luego de poco más de dos horas, la manifestación llegó al cementerio donde se produjeron disturbios que fueron controlados por Carabineros, dejando un saldo de 28 detenidos.
Un grupo de encapuchados ingresó al recinto, en dirección al Memorial del Detenido Desaparecido, donde tuvieron un enfrentamiento con los participantes en la marcha.
Pero además, quemaron elementos a las afueras del camposanto, lo que motivó la intervención de Carabineros, que llegó al lugar con un gran contingente y carros lanza agua y lanza gases.
Durante los enfrentamientos, al menos una mujer resultó lesionada, la que debió ser atendida por personal del SAMU y trasladada hasta el hospital San José de Santiago, donde se le diagnosticó una lesión leve.
Atacan tumba de Jaime Guzmán
En el transcurso de la manifestación, se registró un grave incidente en el mausoleo de Jaime Guzmán, el que fue vandalizado con manchas de pintura y rayados que decían “traidor y asesino” y “mierda facista”, entre otras frases ofensivas.
Desde la UDI, llamaron a todos los sectores políticos a condenar este hecho.
“Condenamos enérgicamente los desmanes y actos de odio que sufrió la tumba de nuestro fundador Jaime Guzmán, la bajeza y delincuencia hoy demostrada sólo nos empujan con más fuerza a seguir trabajando por nuestros valores y principios”, señaló el partido a través de Twitter.
La presidenta del partido, Jacqueline Van Rysselberghe, responsabilizó a la izquierda de estos ataques.
“No lo atribuyo a un partido en particular, pero todos los rayados son de tinte político y de tinte político de izquierda, por lo tanto no queda sino atribuirlo a personas que adhieren a esa ideología”, sentenció la timonel gremialista.
Mientras, el secretario general de ese partido, Issa Kort, anunció la presentación de una querella.
“Presentaremos como partido político, una denuncia ante la Fiscalía. Así también se presentará una querella criminal contra quienes resulten responsables, porque también queremos que este hecho sea investigado y sancionado por la justicia”, sentenció.
Desde el Gobierno condenaron el ataque al mausoleo. La vocera, Cecilia Pérez, en su cuenta de Twitter, sostuvo que “nada justifica la violencia y el odio”.
“Como Gobierno condenamos ataque cobarde a la tumba del ex Senador de la UDI Jaime Guzmán. Una sociedad mejor se construye con respeto, tolerancia, reflexión y real voluntad democrática”, agregó en Twitter.
Guzmán fue asesinado en abril de 1991 por un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, a poco más de un año del retorno de la democracia.
No a la Impunidad
“¡No a la impunidad! ¡No a la Impunidad!” fue el grito que se repitió entre la multitud, enardecida luego que en julio pasado la Corte Suprema chilena acogió el pedido de libertad provisional de siete exagentes de la dictadura encarcelados por crímenes de lesa humanidad, entre ellos un excoronel condenado por la muerte de tres ciudadanos uruguayos.
Sumado a esto, el presidente derechista Sebastián Piñera había otorgado en abril un indulto al excoronel René Cardemil, condenado a 10 años de cárcel por el asesinato de 6 personas, una de ellas un funcionario del FMI en 1973. Cardemil murió de cáncer antes de gozar del beneficio otorgado por Piñera.
“La campaña de impunidad que ha montado Sebastián Piñera con algunos jueces de la Corte Suprema ofende la memoria de miles de chilenas y chilenos asesinados”, declaró Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, durante la marcha.
Los condenados por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura (1973-1990) –en su mayoría militares retirados de avanzada edad- purgan sus penas en el penal de Punta Peuco, un exclusivo recinto carcelario en el norte de Santiago donde los internos gozan de beneficios que no tiene el resto de la población penal chilena.
Esta nota se elaboró con información de la periodista de Radio Bío Bío Nicole Venegas y de Agencia France-Presse
