La exfuncionaria Dorothy Pérez, ingresó hoy un recurso de protección en la Corte de Santiago. En él asegura que el titular del organismo fiscalizador Jorge Bermúdez, óbvió las normas del debido proceso, actuando de manera arbitraria e ilegal, al pedirle la renuncia. Además, argumentó que su cargo es inamovible y que solo la Suprema puede sacarla de su puesto. La profesional, en todo caso, reveló una serie de actitudes de Bermúdez hacia su persona, que van desde la humillación y ridiculización en público, “tanto verbal como corporalmente”, se lee en el libelo. Pérez solicitó al tribunal de alzada capitalino que dicte una orden de no innovar, con el fin de paralizar la decisión de Bermúdez, antes que se vea el fondo del recurso.

La ahora exsubcontralora Dorothy Pérez, presentó finalmente un recurso de protección en contra del titular del organismo fiscalizador, Jorge Bermúdez, con el fin de revocar la petición de renuncia y reemplazo de su cargo, ocurrida la semana pasada.

En el texto de 48 páginas ingresado a la Corte de Apelaciones de Santiago -y que publica Radio Bío Bío– Pérez revela que junto al acto “arbitrario e ilegal” que significó su salida de la Contraloría por “pérdida de confianza”, hubo otros hechos relativos a la personalidad de Bermúdez.

“(…) el Contralor inició una serie de actos de hostigamiento, conversaciones y reuniones con abierta hostilidad hacia nuestra representada, algunas incluso realizadas frente a otros funcionarios de la institución”, señala la presentación.

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Entre otros hechos, “el día viernes 10 de agosto del año 2018, el Contralor ofreció un almuerzo de despedida al Ministro del Tribunal de Cuentas de segunda instancia Sr. Miguel Ángel Fernández, excluyendo a nuestra representada de la actividad pese a que servía el cargo de Jueza de Cuentas del mismo tribunal, lo que le fue informado a ella por el Jefe de Gabinete”.

Terminada aquella comida, señala Pérez, Bermúdez la citó a una reunión no planificada. “Y frente a cada tema tratado, el contralor fue realizando comentarios humillantes, agraviantes, abiertamente hostiles y descalificatorios acerca del trabajo u opiniones de la Subcontralora, todo ello, en presencia de diversas jefaturas intermedias y funcionarios (…) quienes en una situación de abierta incomodidad debieron presenciar como el Contralor se refirió en voz alta y con tono hostil contra nuestra representada”, sigue la presentación.

No fue lo único, asegura la exfuncionaria, ya que Bermúdez le retiró las labores “asignadas en lo referente a coordinación de eventos, comunicaciones y recepción de autoridades extranjeras con motivo de los seminarios internacionales de la institución que se estaban organizando por parte de ella”.

“Fue asignando cada una de esas labores a funcionarios subalternos que no estaban citados a esa reunión y que debieron integrarse de emergencia a la misma ante el llamado urgente del Contralor, ridiculizando abiertamente a nuestra representada, tanto verbal como corporalmente, con abierto desagrado hacia la Subcontralora”, se lee en el libelo.

Con todo, la recurrente le indicó a la Corte que Bermúdez actuó no solo violando el debido proceso y sus garantías constitucionales, sino además “sin ningún tipo de mesura ni racionalidad en su actuación, dañando la imagen institucional y la honra de nuestra representada”.

Junto a los anteriores argumentos, Pérez insiste en su presentación que no puede ser sacada de su cargo, porque este es de carácter inamovible. Y si Bermúdez estimaba que no podía seguir trabajando en la Contraloría, debió solicitar a la Corte Suprema un juicio de amovilidad. En otras palabras, un proceso donde se estableciera “mal comportamiento”, conocido también como “abandono de deberes”.

Por esta razón, la exfuncionaria pidió al tribunal de alzada capitalino que dicte un Orden de No Innovar (ONI), para que se paralice el nombramiento de su reemplazante, con el fin que se analice el fondo de la decisión de Bermúdez, la que a su juicio viola normas constitucionales.

La vista del recurso debiera recaer en la Primera Sala de la Corte, donde se analiza primero la admisibilidad de la presentación, como también la ONI.

Si los tres ministros a cargo del procedimiento resuelven acoger esta última petición, la decisión de Bermúdez quedaría en entredicho, aunque de todas formas se analizaría el fondo de la presentación.

Gane o pierda Pérez o Bermúdez, el hecho es que el recurso de protección será visto finalmente en la Corte Suprema, en esta batalla judicial que recién comienza.