Transcurridos 5 meses desde que llegó el gobierno de Sebastián Piñera, por primera vez se entregan las primeras conclusiones sobre la auditoría general que se instruyó a los 4 años de la administración de Michelle Bachelet.

La Moneda catalogó como un “desorden imperdonable” los resultados que arrojó la revisión del Consejo de Auditoría Interna General de Gobierno, la cual cifró en $4.2 billones de pesos en cuentas por cobrar.

Además, la auditoría estableció que un tercio de las cuentas corrientes de los ministerios están descuadradas y el 57,4% de las transferencias que se hicieron al 28 de febrero figuran con rendiciones pendientes. Todos estos datos, según el Gobierno, podrían llegar a manos de la Justicia.

Para esto, el Consejo auditor fiscalizó 493 servicios dependientes de los 23 ministerios que actualmente existen con fecha de transacción al 28 de febrero, detectando que en el ítem Cuentas por Cobrar, que se traduce en plata que el Estado debe recuperar bajo algún concepto, esta cifra llegó a los $511.332 millones de pesos que por más de 3 años no fueron cobrados.

En tanto, entre el primer año y estos 3 que siguieron, ese ítem se dispara a $2.1 billones de pesos y en el plazo menor a un año ascendía a $1.5 billones. Todos son dineros por cobrar, según indica el informe que firma el subsecretario general de la Presidencia, Claudio Alvarado.

Según el mismo informe se trataría de dineros adeudados por concepto del Crédito con Aval del Estado, préstamos que entrega INDAP a agricultores los cuales no se han cobrado y por ende pagados, sumado a licencias médicas, entre otras.

En resumen, -según publicó El Mercurio– el 57,4% de las transferencias de dinero que hizo el gobierno anterior figuran con rendiciones pendientes pero en plazo oportuno. Es decir, $811.863.000 fueron destinados a algo, pero en rendiciones no se consigna para qué fin.

Otro punto es que el 74% de los sumarios que se instruyeron tienen un periodo de desarrollo superior a seis meses. Es decir, incumplen los plazos establecidos en el Estatuto Administrativo.

La vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, tildó de preocupante el resultado de la auditoría y agregó que es imperdonable el desorden generado bajo la administración Bachelet.

Consultada Pérez de los próximos pasos, explicó que se esperarán los resultados en detalle de cada situación detectada, no descartando que toda esa información termine siendo ingresada a la justicia.

Desde Chile Vamos, en tanto, no dudaron en criticar con fuerza la gestión política y administrativa del mandato anterior.

La presidenta de la Unión Democrátia Independiente, senadora Jacqueline van Rysselberghe, sostuvo que los antecedentes ratifican lo que siempre han sostenido, que hubo un desorden en el gobierno de Bachelet.

El timonel de Renovación Nacional, el diputado Mario Desborde, no dudo en calificar como un “despelote” lo ocurrido en la gestión Bachelet.

En tanto, y a raíz de los resultados de la auditoría interna del Gobierno, se decidió que el consejo de auditoría funcione una vez al mes para hacer un seguimiento oportuno a todos los dictámenes que saque Contraloría General. Esto, sumado a otros puntos, generarán una carta de navegación para cada ministerio.