La Cámara de Diputados despachó al Senado, para su segundo trámite constitucional, el proyecto que crea un Contrato Especial para Jóvenes Estudiantes de educación superior que tengan entre 18 y 28 años.

El proyecto impulsado por el Ejecutivo se propone reducir las altas tasas de desempleo juvenil; aumentar el empleo formal en jóvenes de ese rango etario; aumentar el monto de pensiones futuras; permitir al trabajador mantener su condición de causante de asignación familiar y que no pierdan los beneficios sociales destinados a financiar estudios superiores (pese a las rentas percibidas por ese trabajo).

En tanto, la jornada no podrá exceder de 30 horas semanales, ni distribuirse en más de 6 días, la cual podrá ser continua o discontinua. Asimismo, las horas trabajadas no podrán ser superiores a 10 horas diarias y tampoco se podrán pactar horas extraordinarias.

Pero, por otra parte, hay otros puntos que han generado polémica: la normativa abre la puerta para que este tipo de trabajadores no puedan acceder a descansos dominicales o festivos y, además, permite que a los 29 años -o a la fecha de egreso del estudiante- el contrato se termine por el sólo “ministerio de la ley” sin derecho a indemnización.

Asimismo, de acuerdo a lo señalado por el Sindicato de Trabajadores de Starbucks, el cambio que busca permitir que el estudiante no cotice para el sistema de salud y mantenga su condición de carga familiar/médica dará paso a que los trabajadores bajo esta modalidad no puedan optar a licencias médicas pagadas, debido a que en términos de salud sólo estarán bajo la tutela de sus padres.

Por ello, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, afirmó que este estatuto laboral juvenil nivelerá a la baja todas las fuentes laborales y precarizará las condiciones del mercado del trabajo.

Pero el ministro de Trabajo, Nicolás Monckeberg defendió el proyecto y aseguró que el estatuto laboral garantiza todos los derechos laborales a los jóvenes, incluyendo indemnizaciones, protección de salud y seguro de cesantía.

El proyecto “permitirá que los jóvenes puedan trabajar formalmente, en buenas condiciones, sin perder ningún beneficio y con protección social”, dijo el ministro a la salida del Congreso y agregó que “no hay nada más precario que un joven trabajando sin contrato y sin ninguna protección, y este proyecto busca terminar con esa situación”.