Organizaciones medioambientales manifestaron que la presidenta Michelle Bachelet “está al debe en materia medioambiental”, pese a su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas donde destacó el mejor escenario que esta materia vive actualmente en el país.

En aquella oportunidad, la mandataria señaló que Chile, en 2014, tenía un 6,3% de matriz energética de energías renovables no convencionales, pasando a tener actualmente, en 2017, un 17%. Además, comprometió que para 2050 esa cifra alcanzaría el 90%.

Sin embargo, en el primer gobierno de Bachelet se aprobaron 42 centrales termoeléctricas, lo que fue justificado por la autoridad: “Había sequía, no había gas y se tenían que tomar medidas difíciles para asegurar energía en las casas”, dijo.

En este contexto, Matías Asun, director en Chile de Greenpeace, manifestó que aún “se está corto” en la normativa del mercado eléctrico y que los avances respecto del cambio en las políticas es por la ciudadanía y no una figura política.

Desde el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, en tanto, indicaron que hay una mancha muy “negra” en la producción de energía en Chile, donde el 18% se basa en el carbón.

Las organizaciones llamaron a revertir las denominadas “zonas de sacrificio”, que cuentan con centrales termoeléctricas como en Tocopilla, Mejillones, Quinteros, Huasco y Coronel, llamando a innovar en variantes para estas zonas y no exponer a la población a la polución que provocan.