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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El nuevo papa, cuyo nombre se revelará próximamente, ha sido elegido por al menos dos tercios de los 133 cardenales electores y se prepara en la denominada Sala de las Lágrimas con vestimenta blanca para su presentación en el balcón de la basílica de la Plaza de San Pedro. Este ritual forma parte de la elección papal, que se anunció con fumata blanca a las 18.08 horas (16.08 GMT). En esta sala, históricamente utilizada para que el elegido pueda orar y desahogar la tensión, se encuentran tres hábitos largos blancos, vestimentas cortas, una muceta morada, estola púrpura, zapatos, fajines, cordón y una cruz dorada.

El nuevo papa, cuyo nombre se conocerá en breve, ha pasado de la Capilla Sixtina a la llamada Sala de las Lágrimas, con objeto de vestirse para presentarse al mundo en el balcón de la basílica de la Plaza de San Pedro.

Así está previsto en el ritual de elección del nuevo pontífice, de la que se dio cuenta a las 18:08 horas (16:08 GMT, 12:08 en Chile) tras la revelación de la fumata blanca.

El nuevo papa ha logrado al menos dos tercios de los votos de los 133 cardenales electores (que son 89) y tras ese recuento, habrá aceptado el encargo y decidido con qué nombre quiere ser llamado.

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Desde la Capilla Sixtina el elegido es invitado a ir a la ´Sala de las Lágrimas’, donde desde hace días está preparada la vestimenta que puede empezar a usar.

La habitación es conocida con ese nombre porque históricamente es el lugar donde el elegido podía permanecer tranquilo un momento y, eventualmente, rezar y llorar para desahogar la tensión acumulada.

En esa cámara hay tres hábitos largos o sotanas de color blanco de distinto tamaño en función de la altura del elegido, así como cuatro vestimentas cortas tipo sobrepelliz, una muceta o esclavina de color morado y una estola púrpura con decoración dorada.

También, si lo desea, puede escoger entre zapatos de distintos números, fajines, un cordón y una cruz dorada, todo allí dispuesto.

Luego recibirá el homenaje del resto de cardenales.

Corresponde al protodiacono, el cardenal francés Dominique Mamberti, asomarse primero al balcón de la basílica para anunciar quién es el elegido y el nombre con el que gobernará la Iglesia.

Después el nuevo papa dirigirá unas palabras a los presentes en San Pedro y hará la bendición urbi et orbi.